Cangas de Onís estrena aceras en la artería principal de la ciudad, la Avenida de Covadonga, más anchas, con un pavimento más noble pero, y ahí está el pero, con unos bordillos que ya han causado más de un reventón en los vehículos que se arriman más de la cuenta. El último, justo delante de la oficina de la Caja Rural de Asturias, donde suelen detener muy a menudo su vehículo los usuarios del cajero automático.
Los nuevos bordillos, de granito, tiene los cantos “vivos” y afilados lo que supone una amenaza para las cubiertas de los vehículos y, apuntaba una madre, «no quiero pensar si se cae un niño..., o una persona contra semejantes cantos”.