SAN ANTONIU 2017

«He pasado muchísimos ratos de mi vida en el robledal de San Antoniu, es el rincón de Cangas que más me gusta»

El Teatro Colón albergará el viernes el Pregón de San Antoniu

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Campo Viejo, pregonero de San Antoniu

José Antonio Campo Viejo es un cangués que se ha hecho famoso en el vecino concejo de Parres, más concretamente en Arriondas, con todas las connotaciones que eso tiene cuando se pone sobre la mesa la rivalidad entre la Ciudad de Cangas de Onís y la villa capital de Parres. A sus 48 años hace varios lustros que ostenta una de esas ansiadas Estrellas Michelin en el restaurante El Corral del Indianu, que regenta junto a su pareja, Yolanda de la Vega, y entre cuyos pucheros se ha criado su hija Carlota.
El próximo viernes oficiará de pregonero en el Teatro Colón de la capital canguesa.

–¿Usted es más de San José o más de San Antoniu?
– Jamás celebré San José, como tampoco nunca celebro el cumpleaños, pero siempre me gustó festejar San Antoniu. Mi padre, que no pisaba la iglesia, era muy devoto de San Antoniu.

– Sabrá de sobra que San Antoniu es muy peseteru, ¿Cuándo fue la última vez que le hizo una ofrenda?
– Ayer mismo [por el domingo], estuve aquí y eché en el cepu.

– ¿Le pidió algo?
–... Entre otras cosas que me salga un buen pregón el viernes [sonríe].

– ¿Ya lo tiene pergeñado?
– Sé lo que quiero contar, me falta darle forma y también incluir algún sucedido de última hora.

– ¿Por donde van a ir los tiros?
– Permítame que parafraseé a la poeta alemán Rainer María Rilke, que fue quien dijo que “la verdadera patria del hombre es la infancia”, por ahí van a ir los tiros. Además mi infancia está muy vinculada a este lugar donde estamos ahora [la entrevista se hizo en el robledal, junto a la capilla de San Antoniu], aquí he pasado muchísimos ratos de mi vida, es el rincón de Cangas que más me gusta, siempre me cautivó la tranquilidad que se respiraba y que increiblemente se sigue respirando y eso que han pasado décadas. Cuando vivíamos en el Zanjón subía por El Pedrosu y me sentaba aquí a pensar. Mi padre trabajaba para Maruja y Amparín y yo me pasaba horas en la casa de los Intriago, aquí junto a la capilla, me encantaba. Son de esos recuerdos gratos, que no se olvidan nunca.

– ... Y a la misa de San Antoniu, ¿Cuánto hace que no va?
– Pues hace años, seguramente tantos como los que llevo trabajando. Y seguro que me adelanto a su siguiente pregunta si le digo que la última vez que pisé la iglesia fue cuando hizo la Primera Comunión mi hija, ya ve que no hace tanto de eso. Es curioso porque los meses previos a la primera comunión iba a misa todas las semanas, me sentaba atrás, vestido con la chaquetilla y me encontraba muy a gusto escuchando a Don Amaro, descubrí que esa media hora me evadía de los problemas y la rutina del día a día.

– Hay quien llegó a dudar de la idoneidad de que pregonase San Antoniu un Hijo Adoptivo de Parres.
– Yo respeto todas las opiniones y estoy muy agradecido a los Parragueses, porque siempre me han tratado de maravilla y a la Corporación que decidió otorgarme el título de Hijo Adoptivo de Parres, es todo un honor. Lo que no creo que nadie ponga duda, y usted me conoce muy bien, es que yo siempre seré Cangués. Soy el ejemplo de que esa rivalidad está más que superada.

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José Antonio Campo Viejo en el Robledal de San Antoniu.