José Antonio Fidalgo, Hijo Predilecto de Colunga

Un sabio. Generoso. Enamorado de su concejo, de su paisaje, sus gentes y su gastronomía. Un fino humorista y refranero. Gastrónomo de buen comer. Fuente inagotable de conocimiento sobre Colunga. Un amigo, un profesor y maestro. Cercano, entusiasta, trabajador, sencillo y bueno. Un ejemplo para las generaciones futuras. Estas fueron algunas de las descripciones y adjetivos que cayeron el viernes, en una iglesia de Colunga abarrotada de vecinos, sobre la persona de José Antonio Fidalgo, ilustre vecino colungués, muy querido y Cronista Oficial del concejo desde hace casi 30 años, que fue nombrado  hijo predilecto de Colunga, la tierra que le vio nacer en 1939, a la que siempre ha estado unido y de la que siempre ha estado profundamente enamorado.

Fidalgo en un momento de su intervención.

El homenajeado llegó puntual a la cita, arropado por innumerables abrazos y muestras de cariño de sus vecinos y acompañado de su mujer, Alicia, y sus hijos y nietos. No faltaron sus amigos, los buenos, entre los que tomaron la palabra el decano de los cronistas de Asturias, Juan Luis Álvarez, o el presidente de la Cofradía de Amigos de los Quesos, Rafael Secades, quienes se encargaron de elogiar el genio y figura de Fidalgo, del que dan buen testimonio todos sus títulos, trabajos y colaboraciones, su trayectoria y el enorme cariño que siembra en todos los que le conocen y tratan. “Este reconocimiento no viene más que a verificar el cariño, la admiración y el respeto que inspiras en todos los colungueses que te conocen, y pretende destacar tu persona como la de uno de los hijos favoritos de esta villa. Muchísimas gracias por toda una vida de servicio a este concejo”, dijo la alcaldesa, Sandra Cuesta.

El Hijo Predilecto recogiendo el diploma de manos de Sandra Cuesta.

“No se ya si es noche o día o cielo o luz…”, empezaba a decir un emocionado José Antonio, tras recoger de manos de la alcaldesa el diploma que le acredita como Hijo Predilecto de su Colunga del alma, “Estoy en una nube y veo esta iglesia llena de gente, como si fuera la celebración de la Virgen de Loreto… no sé qué decir para decir gracias…”. El querido cronista, enormemente agradecido por el reconocimiento, describió el último mes –desde que conoció su nombramiento- como un destello de luz y afirmó que, tras saberse protagonista de tal honor, fue como si hubiera visto en instantáneas su vida, la cual ha pasado mayoritariamente en Colunga. “Colunga y yo somos todo uno”, afirmó, para pasar a leer un breve agradecimiento que dijo haber escrito esa misma tarde, mientras “hacía que dormía la siesta”: “Dar gracias es abrir el corazón y dejar libre el camino hacia uno mismo y hacia otros corazones (…) Decir gracias es como una víspera de fiesta, es mantener viva la esperanza (…) Decir gracias es olvidar el dolor de frustraciones, hacer hermoso lo vivido (…) Decir gracias es atesorar en el alma vuestra generosidad y cariño. Gracias gentes de Colunga.”

Un largo aplauso, con una iglesia llena y entera puesta en pie, y las voces del coro San Roque, de Lastres, sirvieron de cierre de un acto, protocolario, solemne y emotivo, que saldó una deuda de honor con un vecino ilustre del concejo –ahora, ya, de forma oficial- que ha dedicado toda una vida, con un amor profundo y apasionado por Colunga y su entorno, a poner en valor los muchos tesoros locales.