El Aguinaldo de Beleño y El Guirria

Una tradición ecuestre

Hay pocas tradiciones con una intención tan clara de facilitar la relación entre vecinos, aprovechando que en enero da el sol en todos los regueros y los días comienzan a crecer. No es la única costumbre de Ponga que convierte la dificultad en recurso, como ocurre en sextaferias, adras, pujas, leñas, y demás usos encaminados al bien común. 

Entre las tradiciones ibéricas ligadas al solsticio, a las máscaras y ritos paganos (campesinos), los aguinaldos de Ponga componen una historia local vinculada a la cabalgadura. Varios pasos de la Cordillera, con sus vías, estructuran el territorio y doblan el valor de las caballerías, que ya son providenciales por el peso que quitan. Si en el asturiano de montaña se emplea el verbo “arratar” para conducir animales (amarrar los caballos en reata, de cola a cabeza), es porque quedó en el habla esa práctica de comercio y transporte, y porque el concejo se aúpa hasta Castilla y toca León, rico en grano y en vino, que se cambian por madera y otros frutos asturianos a través de Tarna, Ventaniella o La Fonfría, todos ellos puertos linderos de Ponga.

Guirria y convite, a favor de la cohesión entre vecinos (Beleño, 1979).

Pero la relevancia de los caballos en la cultura local puede tener un origen aún más antiguo. Tan antiguo como las lápidas vadinienses que pueblan su geografía histórica. En las riberas del Sella, por el norte, o en las del Esla al sur, como en en el propio Beleño, las estelas funerarias de aquella gente reproducen caza, motivos vegetales y caballos, y permiten cifrar en más de dos mil años las raíces de la tradición ecuestre. Que el “El Aguinaldo de Beleño y El Guirria” la traigan hasta el presente es un mérito del linaje que la ha sabido mantener.

Hace poco que las leyes protegen el patrimonio inmaterial, un valor inadvertido en bolsa pero muy querido por quien lo construye y disfruta, que es el pueblo. La “Fiesta de El Guirria y del Aguinaldo” fue declarada “de Interés Turístico” en Asturias en 2007 por Resolución del Gobierno regional. Y desde 2019, la tradición está incluida en el Catálogo del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Red Española de Reservas de la Biosfera. El respaldo institucional no está mal para un comienzo.

Los niños corren el Aguinaldo en burro. Imagen de Raúl Vázquez

El documental

En la Nochevieja y Año Nuevo de 2008-2009, con la participación del entonces muy joven director Oliver Laxe, que rodaba en 16 mm, y de César Hórreo, en la actualidad cámara de la televisión asturiana, recogimos en vídeo y en película los detalles de la Fiesta, con el fin de incorporar el documento a los contenidos del Centro de Interpretación del Parque; pero un ajuste presupuestario descartó su inclusión. Pasados doce años, el material ha cobrado valor, y la Asociación Comunicoop, compuesta por personas de aquel equipo interesadas en la cooperación cultural, ha retomado el proyecto. A las imágenes de la edición de 2008-2009, se suma el registro de la fiesta en diapositivas de los años 70 y 80 del pasado siglo, así como fotografía procedente de otros fondos que estamos incorporando.

Oliver Laxe filmando a caballo en El Rebollín, 2009,

Como la pandemia condujo a la suspensión del Aguinaldo en la pasada edición, con la que estaba previsto cerrar el documental, el próximo mes de agosto recogeremos en Beleño la reflexión de vecinos y aguinalderos sobre el presente y futuro de la fiesta, completando así las fuentes del proyecto.

Y todo ello sin otro interés, por parte de la asociación cultural Comunicoop, que el de sacar las imágenes del ordenador, del álbum o de las cajas en las que dormitan, para realizar con ellas un documental sobre El Aguinaldo de Beleño, y contribuir así a la difusión del valioso patrimonio que el concejo de Ponga atesora.