Avellanas tempraneras y de calidad en Piloña

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photo_camera Isolina Lobeto con un puñáu de ablanes en Espinaréu.

La cosecha de la avellana se adelanta en Piloña

La avellana llegó antes de tiempo este año a Piloña. Si lo normal es que la cosecha se recoja en septiembre, este año los primeros frutos ya estaban cayendo de los árboles a principios del mes de agosto, favorecidos por un buen tiempo que aceleró la maduración y que ha dado como resultado unas avellanas "más gordas y de mucha calidad".

Así lo confirma Isolina Lobeto, que no se ha perdido ni una sola de las ediciones del Festival de la Avellana, que el próximo 4 de octubre celebra su 49.º edición en la Plaza del Ganáu de Infiestu. "Vinieron muy tempranas por cuenta del calor pero con mejor tamaño ", asegura esta vecina de Espinaréu, que tiene su plantación en El Pedrosu. En total son 150 los kilos que pondrá a la venta, siempre que la evolución desfavorable de la pandemia de coronavirus no obligue a cancelar el evento. "Sería una pena dejar un año en blanco. Yo creo que siguiendo a rajatabla los protocolos de prevención contra el Covid-19 se podría celebrar con seguridad pero vivimos en una incertidumbre, a la espera de lo que dicten las autoridades sanitarias", cuenta.

Es una pena que la gente joven, que muchas veces se queja de que no hay trabajo, no tire por esto"

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Isolina escoye les mejores para llevar al Festival de Infiestu.

Lobeto acusa la falta de relevo generacional. "No sé si habrá muchos cosecheros este año porque la mayoría son personas de riesgo por su avanzada edad aunque con mucha afición. Es una pena que la gente joven, que muchas veces se queja de que no hay trabajo, no tire por esto", lamenta.

Pese a que no habrá concursos, ni mercadillo o  venta de artesanía, hay habituales del Festival como Petri Flores -vecina de Les Cueves que se llevó el premio a mejor avellana en 2016- que acudirán "con la misma ilusión de siempre" a la cita piloñesa. "Yo bajo con mi hija por mantener la tradición. Llevamos cincuenta kilos cada una, una cantidad similar a la de otros años", afirma.

El octogenario Ramón Canal, vecino de El Texedal y ganador de la edición de 2017, también se ha apuntado en el registro que hasta finales de mes mantiene abierto el Ayuntamiento para participar. "Mi familia bajará sí o sí. Es importante dar continuidad al festival. Solo apuntamos 25 kilos pero vienen buenas sabor y de tamaño", garantiza. Su vecina Verónica Longo-Faza, también es fiel al evento, al que acudirá con 70 kilos de avellana "de mucha calidad y de mayor tamaño que otros años", asevera. Otra habitual que no se perderá la cita es Candy Priede, vecina de la Vega Pervís (Amieva) que en 2018 se hizo con el primer premio de la Avellana. "Yo no pude recogerlas todas aún y por eso apunté solo 25 kilos pero año ha venido una cosecha con mucha calidad y sería una pena que no se celebrara el festival", resalta.

Candy-Priede

Candy Priede será otra de las que no faltará a la cita con el Festival de Infiesto.

Este viernes, 25 de septiembre, los vendedores mantendrán una reunión en Infiesto para fijar el precio  aunque todas las previsiones apuntan a que se mantendrá el de la última edición, en que las avellanas cotizaron a 7 euros el kilo. Un precio justificado por la dificultad que implica la recolección del fruto.

El programa del 49º. Festival de la Avellana de Infiesto  incluye un pregón a cargo del artista multidisciplinar Rodrigo Cuevas y cuya celebración se adelanta al viernes, 2 de octubre. El cartel anunciador está firmado en esta edición por el acuarelista local Valentín del Fresno.

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Verónica Longo-Faza es otra de las clásicas del Festival de Infiesto.