El abad de Covadonga, Adolfo Mariño, bendijo el domingo a las cincuenta Harley-Davidson que subieron hasta el Santuario, como parte de la ruta propuesta por el grupo H.O.G Asturias Chapter, Club Oficial de Harley Davidson, a sus socios, que disfrutaron de una jornada en Cangas de Onís.
Las Harley son motos de culto para los amantes de las custom. Harley-Davidson nació en Milwaukee, Wisconsin (EE.UU.), en 1903, fundada por William S. Harley, y los hermanos Arthur y Walter Davidson. La marca vivió su auténtico boom de producción con la Primera Guerra Mundial (1917), como suministrador oficial del ejercito de tierra de EE.UU. al que suministró miles de motos. Eso llevó a la marca de Milwaukee a la cima en los años veinte del siglo pasado, convirtiéndose en el mayor fabricante de motocicletas a nivel mundial. Las Harley rodaban ya, en aquellos años, por las carreteras de 70 países de todo el mundo.
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La marca, que logró sobrevivir a la "gran depresión del 29", volvió a renacer durante la Segunda Guerra Mundial, cuando suministró al ejercito de tierra de Estados Unidos más de 80.000 unidades del mítico modelo WLA, que adoptaron también otros ejércitos como el canadiense o el inglés. Pero el cambio de dueños en 1969, cuando adquirió la marca American Machinery and Foundry, hizo que Harley perdiese el liderato de los mercados, lastrada por una menor calidad y fiabilidad que las ya pujantes marcas asiáticas. Un liderato en el mercado mundial que recuperaría en los años ochenta, tras el cambio otra de vez de propietarios. Harley pasó a manos de una decena de inversores entre los que se encontraban Willie G. Davidson y Vaughn Beals, los artífices de la vuelta de las Harley a ser algo "top", apostando por la identidad propia, frente a las marcas asiáticas.