Es la elaboradora más joven de queso de Cabrales

La cabraliega Elena Soberón gana el Premio Joven Agricultor Europeo “Proyecto más resiliente”

elena-soberon-premio-europeo
photo_camera Elena y Ana Soberón.

Elena Soberón, la elaboradora más joven de queso de Cabrales acaba de ser galardonada con el Premio Joven Agricultor Europeo en la categoría “MostResilient Project”/ “Proyecto más resiliente”, en el marco de el VII Congreso Europeo de Jóvenes Agricultores, donde se presentaron 14 proyectos innovadores y resilientes de jóvenes agricultores europeos procedentes de Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Eslovenia, España, Grecia, Italia, Irlanda, Países Bajos, Portugal y República Checa

«Para mí es un honor recibir este premio porque en el se reconoce el esfuerzo diario que conlleva emprender un proyecto hoy en día en el mundo rural», asegura la cabraliega, quien apunta que  «lo recibo yo, pero es de todos aquellos ganaderos y agricultores que están resistiendo la mala situación que atraviesa ahora mismo el campo español. Se lo merecen igual».

El 7º Congreso Europeo de Jóvenes Agricultores está organizado por PPE (Partido Popular Europeo); la CAP (Confederación de Agricultores de Portugal) y ASAJA,y este año tenía como lema: "Los jóvenes agricultores como modelos de resiliencia".

Quesería Soberón, en Arangas

Elena Soberón es la productora más joven de queso de Cabrales. Junto a su hermana, Ana, gestiona una explotación ganadera de 30 vacas que producen entre 1.000 y 1.200 litros de leche en la población asturiana de Arangas (Cabrales)

La propuesta por la que Elena Soberón ha sido galardona en los Premios Joven Agricultor Europeo se remonta a hace unos siete años, cuando al cumplir 21 da el paso para elaborar queso de Cabrales. Ella y su hermana, además, han querido recuperar el queso de Arangas, un producto tradicional con un sabor único. Para lograrlo esta exquisitez cargan los quesos en unas mochilas y los suben a unas cuevas que están a 1.200 metros de altura en la Sierra de Cuera. Allí los dejan durante varios días para que maduren y se conviertan en una delicia para el paladar.

Por último, la joven ganadera recordó, pese a los problemas que soporta, que ha decidido permanecer en su pueblo de apenas 40 habitantes donde sufre el fenómeno de la despoblación, las malas conexiones, la subida de los costes de producción y por si fuera poco el problema con los lobos que harán por hacerle incompatible su estilo de vida. Por eso hizo un llamamiento final a todas las administraciones públicas europeas y españolas para que no se ponga en riesgo susuperveniencia y la de otros tantos jóvenes que decidieron libremente quedarse en el medio rural.