En su Toyota Rav 4 se plantaron dos parejas en plena arena de la playa llanisca de La Huelga, una de las calas de la costa entre San Antolín y Guadamía, que siempre había sido de las más tranquilas.
Una habitual subía a sus redes sociales la foto y la conversación con los foráneos, que incluso dudaban que entrar con el coche en la playa fuese algo prohibido. «El GPS nos mandó por aquí para Ribadesella y nos dice que crucemos el río», en referencia al cauce del río San Cecilio que desemboca en la playa.
Así está el panorama en muchos de los lugares con encanto de la Comarca, como río Dobra, que pasaron de ser lugares a los que iban los de la zona a convertirse en una atracción para cientos de personas cada día, en el verano.