Acaban de ponerse en marcha las obras de para para eliminar las aguas residuales que actualmente se vierten en Carreña de Cabrales al río Casaño y a su afluente, el arroyo La Ría, y trasladar estos caudales hasta el aliviadero de Po, desde donde se conducirán a la depuradora de Arenas para su tratamiento.
El Principado acomete este proyecto, que supone una inversión de 933.172 euros y cuenta con un plazo de ejecución de un año.
El vicepresidente y consejero de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño visitó hoy las obras, en Carreña, acompañado por el alcalde cabraliego, José Sánchez, y la directora general del Agua, Vanesa Mateo. Cofiño destacó que esta intervención “beneficia a 350 habitantes, supone una actuación integral de acondicionamiento ambiental y completará la depuración en la zona”.
El proyecto
Los trabajos consisten en la ejecución de las infraestructuras necesarias para eliminar las aguas residuales que actualmente se vierten al río Casaño y a su afluente, el arroyo La Ría, y trasladar estos caudales hasta el aliviadero de Poo, desde donde se conducirán a la depuradora de Arenas para su tratamiento.
La actuación, cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), se centra tanto en la ribera del río como en el propio cauce e incluye el acondicionamiento del arroyo La Ría a su paso por Carreña, en el tramo previo a su desembocadura, para lo que se retirará el hormigón del lecho. De este modo, se facilitará que aflore de nuevo el terreno natural en el fondo del cauce.
El proyecto comprende también la construcción de un bombeo de aguas residuales, una conducción de impulsión que discurre entre la carretera y el río y, en el último tramo, otra conducción que se combina con el colector de saneamiento de Po.
Además del consejero y el alcalde, también estuvieron en la visita el gerente de Tragsa en Asturias, Joaquín Moya; la diputada del PSOE en la Junta General, Gimena Llamedo; y la directora general de Agua, Vanesa Mateo.
