Los padres del bebé Álvaro Rodríguez ansían el fin del confinamiento para que conozca a sus abuelos

En cuarentena desde la cuna en Piloña

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photo_camera Álvaro con sus padres, en el Grande Covián.

Un bebé en confinamiento

El bebé piloñés Álvaro Rodríguez Rivera nació en el Hospital “Grande Covián” de Arriondas poco antes de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara el estado de alarma. El 18 de marzo recibió el alta médica pero las restricciones de movilidad impuestas por la crisis del coronavirus han impedido que los tíos y abuelos paternos lo conozcan en persona.

Los padres de Álvaro, Uco Rodríguez y Lucía Rivera, se encargan, eso sí, de enviar diariamente fotos y vídeos a la familia para que, al menos telemáticamente, sigan los progresos del menor, que pesó 3,2 kilos y midió 48 centímetros al nacer.

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Álvaro con su padre, Uco, en Vegarrionda (Piloña)

La pareja, con domicilio provisional en Vegarrionda, reconoce que su estreno como  padres está siendo «algo atípico». Pese a las dificultades, son incapaces de ocultar una «felicidad inmensa» por el nacimiento de su primogénito, que lleva el nombre de su bisabuelo. «El crío recibió el alta un día antes que la madre, que se recuperaba de una cesárea, porque nos dijeron que por precaución era mejor que abandonara el hospital cuanto antes y no tuviera visitas», explica el padre.

Uco confiesa que lo que peor lleva es «no poder salir a pasear por Pialla» para que todo el mundo conozca a su hijo ya que «por videoconferencia no es lo mismo y además en Vegarrionda no hay buena cobertura móvil». Consciente de que «la salud es lo primero», insta a los españoles a «ser responsables y quedar en casa para ganar la batalla al virus cuanto antes».

Los padres de Uco tienen claro lo primero que van a hacer en cuanto concluya el estado de alarma: organizar un encuentro familiar para que Álvaro conozca, por fin, a sus parientes y pueda jugar con sus primos.