PIRAGÜES

El desfile previo a la salida del Sella crece cada año gracias al trabajo de diferentes colectivos, que luchan para revitalizarlo

Tritones, Selleros, Entaina y Botijos estarán en el desfile del sábado, haciendo la fiesta con la que Dionisio soñaba

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GENTE QUE TRABAJA PARA HACER MÁS GRANDE EL SELLA

 

Dionisio de la Huerta soñó allá por los años 30 del siglo pasado con una fiesta alrededor del deporte, y uno de sus principales objetivos alrededor de la carrera de piragües por el río Sella fue que, las horas previas a la salida, hubiera un gran desfile en Arriondas, donde palistas, vecinos y visitantes nacionales e internacionales disfrutaran al son de gaitas y tambores, rodeados de folclore asturiano, buen humor, banderas, gigantes y cabezudos. Unos preliminares al Sella que, en vida del creador de la fiesta, eran multitudinarios, pero al cabo de los años se fueron perdiendo hasta casi desaparecer. Actualmente, aquel desfile con el que soñó Dionisio crece cada año, impulsado por la gente y por diferentes colectivos de los concejos vinculados al Sella, que trabajan con ilusión y están consiguiendo con su empeño resucitar la fiesta previa a la lectura de los versos, al Asturias Patria Querida y a la salida de piraguas más internacional y emotiva del Principado.

 

TRITONES (PILOÑA)

Son los únicos que llegan a Arriondas el sábado a bordo del mítico Tren Fluvial y hasta su llegada no comienza el desfile. Llevan acudiendo a la cita sellera desde el año 1951, aunque ahora en el tren viajan muchos menos que entonces, unos 150, más los que acuden por otros medios. Su presencia es ya tradicional y necesaria pues los Tritones son los encargados de “poner orden” en la orilla del ríu, ocupándose de que las aguas bajo el Puente de Arriondas estén libres de espontáneos y despejadas para la salida. Son perfectamente distinguibles con sus faldas, sus tridentes y el alegre jaleo que forman en el desfile selleru.

 

SELLEROS (PARRES)

La asociación sellera de Arriondas nació hace sólo 5 años pero su gran labor hace que parezca como si llevaran décadas presentes. Gracias a sus esfuerzos, promoción y a las múltiples actividades que desarrollan en torno al río y a la cita sellera, han conseguido la vinculación y el apoyo de la mayoría de los vecinos, resucitando un espíritu selleru que, en muchas de sus facetas, estaba quedando dormido. Cuentan ya con más de 900 socios, y son los creadores del Allume del Sella, el descenso de candelas por el río la víspera del día de Piragües, una cita que es un homenaje y un recuerdo a todos los amantes del sella que ya no están presentes y a todos los que no pueden estar por razones de distancia. Cierran el desfile del sábado, como anfitriones, a ritmo de Batucada, una idea pensada para animar el desfile y en la que un grupo de vecinos trabaja todo el año, ensayando cada semana para llenar de ritmo y alegría la cola de la comitiva sellera.

 

ENTAÍNA (RIBADESELLA)

El colectivo riosellano nació casi a la vez que los selleros de Arriondas con el cometido y propósito no sólo de revitalizar la fiesta del Sella, sino de recuperar las fiestas más tradicionales del pueblo, promocionando y organizando amagüestos y folixes varias alrededor de la cultura asturiana, de las que su santo y seña es La Folixa La Sidre. El sábado de Piragües acuden en autobuses al desfile mañanero y a la salida del Sella más de 200 vecinos “entaineros”, acompañados de Pinón, Telva y Pinín, gigantes y cabezudos que han recuperado para la fiesta. Sueñan con recuperar el desfile de Ribadesella, algo para lo que trabajan remando solos, sin la ayuda del Ayuntamiento ni del CODIS. Este año desfilaran de nuevo por la villa marinera después de la carrera, aplaudiendo a los vencedores y a la alegría sellera.

 

LOS BOTIJOS (CANGAS DE ONIS)

Unas 150 personas acuden desde Cangas de Onís al desfile de Arriondas desde hace más de veinte años. Tradicionalmente ya, quedan a las 8 de la mañana en el ayuntamiento cangués, donde tras la foto oficial con el alcalde parten rumbo a Arriondas equipados con un remolque decorado y barricas rellenas de sangría. Se sienten profundamente selleros y su apoyo al desfile es incondicional y necesario. Muchos de ellos acuden disfrazados, alegrando la comitiva sellera con bailes y un show sobre el remolque que llena de humor Arriondas. Tras la salida siempre comen bocata de carne guisada mientras bailan en la terraza de casa Belisario, el restaurante “El Mirador”.