«No estuvo fácil la cosa porque el camión estaba hundido hasta casi el eje, si me apuras», decía un testigo del momento, «la verdad que yo pensé que ni con grúa». Quien habla estaba presente en los Lagos de Covadonga el martes, momento en el que se llevó una grúa para tratar de sacar de la campera el camión de La Vuelta que el miércoles de la semana pasada encalló. «Y tuvo suerte de trabar», decía otro conocedor del terreno, «porque esa campera es una caída libre y, si no llega a hacerlo, se va para abajo el camión con la gente que hubiera dentro».
La maniobra para sacar el camión de La Vuelta que se quedó atascado cerca del Mirador del Príncipe, en pleno Parque Nacional de Picos de Europa, fue laboriosa. Para empezar y dado que el vehículo se encontraba hundido en la campera, fue necesario calzarlo para tratar de levantarlo lo máximo posible. Sería entonces cuando la grúa, no sin problemas, consiguió remolcarlo hasta el camino cercano. Una tarea que se ha llevado a cabo una semana después de que tuviera lugar el percance y que todavía no ha terminado ya que el camión continúa, todavía hoy, en pleno Parque Nacional.
Y ha sido, precisamente, durante ese tiempo cuando se han sucedido las quejas por parte de vecinos y personas vinculadas laboralmente al espacio protegido de la Montaña de Covadonga. «Lo podemos llamar mala suerte o imprudencia total, a estos sí les dejamos ¿verdad?», decía una publicación en redes sociales. Otras voces ponían el foco en que si esto le hubiera sucedido a un ganadero «ya estaba multado», o cuestionan «a cuánto ascendería la multa» si se tratara de un vehículo particular aparcado o que hubiera circulado fuera de las pistas autorizadas.