Los otros héroes del coronavirus

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photo_camera Nicanor Eguía Bear reparte el pan de Mon en Cabrales y Peñamellera.

Los otros héroes del coronavirus

Para Nicanor Eguía Bear, “Canor”, el trabajo que lleva haciendo desde hace dos años ha cambiado poco, prácticamente nada, desde que se decretó el estado de alarma. Canor, natural de Mier (Peñamellera Alta), pero que ahora vive en Cerecea (Piloña), tiene una ruta de pan que arranca en Arriondas alrededor de las cinco de la madrugada, en el obrador de la Panadería Mon y concluye en Cangas de Onís sobre las dos de la tarde, después de haber llevado el pan, de casa en casa, a vecinos de los dos Gamonéos, Onís, Ortiguero, Berodia, Inguanzo, Carreña, Arenas de Cabrales, Oceñu, Alles... (195 kilómetros de recorrido, de lunes a domingo). Él como las cajeras de los supermercados, los repartidores, la venta ambulante, los carteros... es otro de esos héroes que siguen trabajando día tras día a pesar de la pandemia, para que no nos falte de nada.

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Estos días, además del pan, Nicanor suele llevar también en su furgoneta medicamentos para algún de sus clientes, «son gente mayor, que lo que tienen que hacer en esta situación que vivimos es evitar salir de casa y cuando me lo piden yo les hago el encargo sin ningún problema, creo que es mi deber», apunta el repartidor y vendedor ambulante, que ha introducido el pan de la Panadería Mon en Cabrales. «Lo que más gusta es la media artesana y la hogaza de masa madre» asegura sobre los gustos de su clientela, entre la que también están varios hosteleros, que ahora tienen cerrado a causa del estado de alerta. «En Semana Santa y verano hago también un reparto por la tarde en Cabrales para llevar pan caliente a los hosteleros, algo que agradecen», apunta Canor, que también aprovecha elfielato.es para «agradecer el apoyo que me ha prestado la empresa Mon desde el primer momento que empecé con el reparto en esta nueva línea de Cabrales y Peñamellera»

Nicanor es aquí la cara de todos los que reparten el pan, que siguen trabajando día a día exponiéndose a esa infección que llega sin que te des cuenta, para que tantas familias, y tantas y tantas personas que viven solas, tengan a diario el pan en su casa.

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