Felicidad González y Modesto Barro son los Paisanos del Año de Piloña

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photo_camera Fifi González recoge la distinción de Paisana del Añu en el Ábside de Villamayor.

Paisanos del Año de Piloña

Piloña ya tiene Paisanos del Año 2020. Son  el vecino de Ques Modesto Barro Melendreras y la residente en Villamayor Felicidad González Toyos. Los dos recibieron este jueves el galardón que otorga el Ayuntamiento de Piloña a quienes han dedicado su vida al trabajo duro en el campo. Un premio que, por primera vez, no se entregará el primer domingo de octubre coincidiendo con el Festival de la Avellana en Infiesto dada la situación de crisis sanitaria y pese a que el concejo registra unas de las tasas de incidencia de coronavirus más bajas de la región. 

El alcalde de Piloña, Iván Allende, fue el encargado de hacer entrega de las placas conmemorativas en la Escuela de Ques y en el Ábside de Villamayor, respectivamente. En su discurso, el regidor puso en valor el esfuerzo de los Paisanos del Año “quienes forman parte de una generación que vamos perdiendo y a la que tanto debemos”. Según Allende ambos galardonados “son un espejo en el que mirarse por su tesón a la hora de sacar adelante una familia en tiempos complicados”. Y es que ni en situaciones adversas como la guerra civil o la actual pandemia mundial los premiados han perdido un ápice de su sentido del humor.

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Modesto Barro, junto a familiares y autoridades, con la distinción de Paisano del Año 2020 de PIloña en la iglesia de Ques.

Modesto Barro Melendreras nació en Ferreros, parroquia de Belonciu, y el próximo 10 de noviembre cumple 95 años. Su infancia no fue sencilla:  sus padres se separaron en una época en la que el divorcio no estaba bien visto. “Mi padre me forzó a vivir con él. Era tratante con mucha reputación pero se pasaba los días fuera de casa porque le gustaba la fiesta y el juego”, cuenta. En cuanto pudo se escapó a Ques, con su madre, donde reside hasta la actualidad y donde contrajo matrimonio con Ángeles González, ya fallecida. Un matrimonio  fruto del cual nació su único hijo, el ganadero Luis Ángel Barro. El Paisano del Año trabajó varios años en la Carpintería de El Canalón, una labor que combinó con el cuidado de una treintena de vacas. “La leche la vendía a la Central Lechera, fui uno de sus primeros socios”, narra. El galardonado confirma que la vida en el campo “siempre fue muy esclava” aunque “los avances en maquinaria han permitido descargar la carga de trabajo manual y eso se nota”.  Gran devorador de libros, periódicos y revistas, Barro se ha visto obligado a modificar algunos de sus hábitos por la pandemia. “Me gustaba bajar los lunes con el hijo a dar una vuelta por el Mercáu de Infiestu y tomar un vino pero estando las cosas así no se puede”, lamenta. Lo que no renuncia, siguiendo todas las precauciones pertinentes, es a recibir la visita de sus cuatro nietos Luis Ángel, Javier, Ángeles y Lucía ni la de sus cinco biznietos, Pablo, Carla, Adrián, Tomás y Valeria. Tampoco renuncia a tirar los voladores cuando hay fiesta en el pueblo, como el día del Corpus, pese a que la costumbre gusta poco a su nuera, Loli Allende, quien le insiste en que “ya no tiene edad para estas cosas”. Modesto recibe la distinción de “Paisano del Año” la recibe con mucha alegría “porque es un honor que te reconozcan el trabajo”.

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Modesto Barro, de Ques, es el Paisano del Año de Piloña 2020.

Su opinión la comparte Felicidad González Toyos, más conocida como “Fifi”, quien asegura que es todo un “privilegio” ser reconocida por el Ayuntamiento de Piloña. A sus 88 años recién cumplidos esta vecina de El Valledal asegura que, si volviera a nacer, sería ganadera. “Cuando escucho un cencerru enseguida salgo de casa a ver qué animales son”, explica la mujer, que nació en Pendás (Padres) pero con 8 años se trasladó a vivir con la familia a Villamayor, donde se casó con Luis Pérez, ya fallecido, con quien tuvo dos hijas: Chari e Imma. Si algo destacan de Fifi sus conocidos es su don de gentes y su facilidad de palabra, que quedó demostrada en 2016, año en que dio el pregón de las fiestas del Corpus de Villamayor. Un discurso de lo más aplaudido en el que  hizo una clara defensa del mundo rural en general y de las gestiones de la parroquia rural de Villamayor en particular. “Yo si tuviera dinero bastante no lo gastaba en el extranjero. Lo usaría para andar y conocer bien Asturias entera porque sitiu más guapu no lu hay”, asegura. Aunque si de algo se siente realmente orgullosa Fifi es de la familia formada, con cinco nietos y seis biznietos, más otro que está en camino. “¿Para qué quiero joyas teniéndolos a ellos? Son mi mayor tesoso”, concluyó.

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La Paisana del Año de Piloña, Fifi González, en Villamayor.