Una nutrida representación del Partido Popular de Asturias ha acudido esta mañana a Covadonga con motivo del Día de Asturias, cerrando filas en torno a la celebración más simbólica del año para el Principado. En la comitiva popular y además de Álvaro Queipo, líder de la formación, o José M. González Castro, alcalde de Cangas de Onís y anfitrión de la jornada, también se ha podido ver a los alcaldes del Oriente de Asturias, como los de Peñamellera Baja, Amieva o Ribadesella; y otros venidos de más lejos, como la alcaldesa de Ibias. Una forma simbólica de demostrar la unión popular ante una fiesta de arraigo y simbolismo para el contexto asturiano.
«Lo bueno de esto es que cada uno puede elegir dónde estar y dónde no estar, y cada uno es libre de estar donde quiere y también de mostrar su ausencia, y yo lo respeto todo», declaraba Álvaro Queipo preguntado sobre la ausencia de Adrián Barbón, «también creo que hay ausencias que son un error, Covadonga y la Santina representan a todos los asturianos y, ahí donde hay una imagen de la Santina no solo en Asturias sino en todo el mundo, hay un asturiano que se acuerda de la tierra y que se siente parte de lo que somos como comunidad; por eso es importante que las autoridades estemos hoy aquí».
El Día de Asturias se celebran tanto actos religiosos como civiles, organizados por el Gobierno, y hay espacio para todos en todos
Alvaro Queipo también tuvo unas palabras sobre la homilía, uno de los momentos más esperados del día. «Don Jesús no pide que estemos de acuerdo con sus homilías, él tiene derecho a hacerlas y nosotros tenemos derecho a escucharlas y a opinar sobre ellas, estando más o menos de acuerdo», decía el líder del PP de Asturias, «lo que no debemos hacer, especialmente aquellos que tenemos una representación pública, es que porque no nos guste lo que se dice dejar de venir a la casa de los asturianos, que es Covadonga».
Además de los populares, también estuvieron presentes distintos miembros de VOX además de una representación de Foro Asturias, en la que no faltó la presencia de Francisco Álvarez Cascos.
Sin embargo, Covadonga no tenía el lustre de otros años. El comentario más repetido entre los allí presentes era la falta de público ya que, lejos de la habitual aglomeración, hoy se podía estar en Real Sitio sin la muchedumbre habitual. Algo que no ha pasado desapercibido para los visitantes quienes comentaban que la celebración del Día en los Oscos había restado brillo a la Santina, mientras otros aplaudían el hecho de poder disfrutar de la jornada con menos colas que en años anteriores.
«Hoy no sobra nadie ni nos falta ninguno», las palabras del arzobispo en el Día de Asturias en Covadonga
Lo que no ha cambiado respecto a años anteriores es la homilía del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, quien se ha ganado a pulso ser protagonista de la jornada. Tras asegurar que «no hace falta que me enseñen a hacer una homilía», el arzobispo aseguró que sabe que «este púlpito no es una tribuna para debates políticos ni el palenque de la arenga mitinera ni la barra de un chigre donde se habla un poco de todo». Un punto de partida para asegurar que lo que se trata en sus homilías es «un juicio moral que nace de la Palabra de Dios y de la tradición cristiana» y que quizás no son «suficientes sus dos carreras y su doctorado», motivo por el que hay quienes quieren «enseñarme a predicar».
Sobre la ausencia del presidente del Principado, tema sobre el cual todavía no se había pronunciado, Sanz Montes no dudó en asegurar que «en Covadonga hoy no sobra nadie ni tampoco nos falta ninguno de los que declinan entrar en la casa de María por razones tan dudosas como extrañas». «Hay polémicas que son artificiales y que están sincronizadas, que se necesitan para disimular las carencias, maquillar las vergüenzas y ocultar con distracción las verdaderas intenciones», dijo en clara alusión a la polémica generada por la cascada de cancelaciones de asistencia del Gobierno de Asturias.
Lo que tampoco ha cambiado con respecto a la celebración del Día de Asturias de años anteriores son esos temas que son habrían propiciado la ausencia del Gobierno del Principado en la celebración. El arzobispo ha hablado, un año más, de quienes defienden la vida «desde cuando se crea hasta cuando se acaba» en claras alusiones al aborto y la eutanasia; ha recordado que el concepto de familia está «fundado por un hombre y una mujer abiertos a la bendición de los hijos» contemplando «otras formas de convivencia» que, si bien «necesitarán el reconocimiento legal de sus derechos nunca tendrán la equiparación con las familia»; ni tampoco ha perdido la oportunidad de hablar del concepto de igualdad «sin el machismo prepotente que mata y sin el feminismo empoderado y excluyente que impone su dictadura de género»; o de la juventud que acude a los festivales de verano comparándola con los jóvenes que acuden a Covadonga «con un orden y una limpieza nada comparable al campo de suciedad y basura de otras concentraciones no lejanas con motivo de eventos musicales, deportivos o populares».
Lo que sí ha hecho por primera vez Sanz Montes ha sido algo cuanto menos peculiar por la carga simbólica que tiene. Y es que el arzobispo ha parafraseado una de las canciones de Joan Manuel Serrat, "A quien corresponda", para hablar de que «la tierra cayó en manos de unos locos con carnet».