Las mascotas se engalanan por San Antón en Infiesto

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photo_camera Bendición de animales en Infiesto.

San Antón en Infiesto

La festividad de San Antón contó este año con menos mascotas de las habituales en Infiesto. El temor a la lluvia hizo que algunos dueños optaran por dejar en casa a sus animales por miedo a que cogieran un resfriado.

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Ana Melendi con su gata "Bimba"

Los que asistieron, eso sí, lo hicieron luciendo sus mejores galas. Ejemplo de ello fue la perrita border collie "Pecas", propiedad de la vecina de Villaviciosa Ondina Vallina, quien desfiló por  los jardines de la Obra Pía con la correa bien limpia y el pelo extra brillante. "Para mí es el miembro más importante de la familia. No suelo hacer muchos viajes con ella en coche porque se marea pero la ocasión lo merecía", apuntó la maliayesa, que por segundo año consecutivo acudió a la cita acompañada por su nuera Mar Cortina.

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La vecina de Villaviciosa Ondina Vallina - en el centro, con gafas - junto a su perra "Pecas", su hijo y su nuera.

La bendición tuvo lugar el viernes a mediodía en el exterior de la capilla de la Obra Pía, una vez concluyó la misa de San Antón, que volvió a estar amenizada por la gaita de Jordi Fernández. En su homilía, el párroco de Infiesto, Manuel García, hizo hincapié en la importancia de dispensar un trato digno a las mascotas.

Entre la decena de perros participantes se encontraba "Paquita", que llegó acompañada de su dueña Carmen María Ramón Cortina. Con su simpatía al andar esta perrita consiguió llamar la atención de numerosos feligreses.

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El párroco Manuel García bendiciendo a los animales en Infiesto tras oficiar la misa de San Antón

Aunque sin duda la mascota que más flashes acaparó fue la gata "Bimba", de la que la vecina de Infiesto Ana Melendi adoptó en verano, salvándola de una muerte segura. Al principio, a "Bimba" le costó salir del trasportín decorado con corazones de colores en el que viajaba, pero pronto venció su timidez para agraciar a los presentes con algún ronroneo. "Otros años venía acompañada de Cleo, la coballa de mi hija Marina, pero tenía miedo a no arreglarme con los dos animales", se justificó Melendi.

La celebración fue organizada por los miembros de la Hermandad piloñesa de San Antón, que pusieron el broche a la jornada con una comida en Sellañu (Ponga) -previa parada para el vermú en Cangas de Onís- en la que tomaron parte más de sesenta comensales.

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Carmen Mª Ramón Cortina con su perrita "Paquita" en los jardines de la Obra Pía