El idioma español y su factor de identidad, que nos une al pasado y proyecta al futuro

El español es uno de los idiomas más hablados del mundo y, como todos los idiomas, no se formó de un día para otro, ni fue creado por una sola persona. De la misma forma, nuestra identidad no se adquiere de forma automática, ni nacemos con ella, ya que es el resultado de una gran cantidad de aspectos psicológicos y experiencia, y uno de los factores más importantes para construirla es el idioma con el cual nos comunicamos.

Cómo evolucionó la lengua castellana
photo_camera Cómo evolucionó la lengua castellana

¿Cómo evolucionó la lengua castellana hasta convertirse en español?

Hoy en día, más de 585 millones de personas hablan español, que es el idioma oficial de 21 países. Como se mencionó anteriormente, no existe un momento determinado que dio origen al castellano. El latín fue la lengua base para las lenguas romances, donde se incluye el castellano.

Sin embargo, se evidencian los primeros escritos en castellano alrededor de los siglos IX y XI. Tres meses antes del descubrimiento de América, Elio Antonio de Nebrija se dio a conocer como el autor de la primera gramática de una lengua vulgar, el castellano, la Gramática Castellana.

Avances importantes para el castellano

Sin embargo, uno de los avances más importantes para el castellano tuvo lugar en la Reconquista, tanto a nivel de evolución del idioma, como para su difusión.

La Iglesia Católica, además, impuso el español en Latinoamérica, para que aquellos pueblos indígenas y España tuvieran una lengua común. Para fomentar la difusión del idioma, la iglesia fundó colegios y centros educativos, donde uno de los objetivos era aprender la lengua, y que ambas culturas empezaran a usar el español como idioma principal.

Como todas las lenguas, el castellano ha ido evolucionando a través de los siglos. En esta lengua se han creado palabras, frases hechas y expresiones españolas como estas, presentadas por Babbel, que conforman el español actual.

La creación de nuestra identidad

La manera en la que nos expresamos es uno de los aspectos para conocer y hacer conocer nuestra identidad. La identidad de una persona se define por varios factores: raza, clase, cultura, lengua, edad, trabajo, sexo… todos se combinan para definir un ser único. Sin embargo, compartimos algunos factores con la comunidad en la que vivimos. El lenguaje es un elemento esencial de la identidad, que nos une al pasado y proyecta al futuro, y un vínculo que une la comunidad que comparte el mismo código.

El lenguaje nos identifica

Cuando se habla de identidad, se hace referencia a quiénes somos, a nuestros ideales, a nuestra manera de pensar y a los aspectos que nos hacen únicos. Nuestra identidad se conforma, además, gracias a nuestro entorno, a las personas que nos rodean y a la cultura en la que crecimos. Todo eso tiene relación directa con el idioma que hablamos que, además de ser un medio de comunicación, es el vínculo que nos ayuda a formar parte de una comunidad. El idioma, además de vincularnos con nuestro alrededor, también nos da la oportunidad de expresar nuestras ideas y exigencias, de afirmar quiénes somos y cómo pensamos.

No es fácil establecer fronteras lingüísticas, y es impensable intentar trazar una línea entre idiomas que tienen un intercambio continuo. Este proceso no es algo nuevo, ya que si nos fijamos en la historia de Europa, caracterizada por invasiones, conquistas y derrotas, podemos darnos cuenta de que la presencia y el uso de varios idiomas en la misma comunidad siempre ha existido.