«Esperaba menos gente por el covid y la lluvia, pero El Berrón respondió una vez más». Tras una tarde de mucho trabajo y velando por el buen desarrollo del desfile, Jonathan Montes llegaba al Hogar de Pensionistas para supervisar la recepción a los más pequeños y hacía resumen de la Cabalgata del Príncipe Aliatar, que volvió a las calles de la localidad con un rotundo éxito de público, la gran mayoría menores que no quisieron perderse la visita del emisario de los Reyes Magos.
Aliatar saludando de su carroza.
La iniciativa, recuperada por la Asociación Amigos de El Berrón tras la renuncia del anterior organizador, Juan Luis Cueto, "Fufi", se adaptó a la pandemia con la participación de una banda de gaitas, charangas, algunos pajes, personajes infantiles y las carrozas del tren y de Aliatar, una comitiva en la que no faltaron unas treinta personas de la organización. «Intentamos sacarlo adelante cumpliendo con la normativa y ha salido razonablemente bien, fue un trayecto corto y sin paradas», destacó Montes. En cuanto al ligero retraso con respecto a la hora prevista, explicó que se debió a la lluvia. «Estuvimos aguantando hasta última hora», reconoció. Una decisión acertada, puesto que el mal tiempo dio una tregua al desfile.
Por su parte, el Hogar del Pensionista fue escenario de la recepción, con una gran cola en el exterior del edificio. Los más pequeños pudieron saludar al Príncipe Aliatar, hacerse una fotografía y recibieron también un revoltijo de chucherías.
«El balance es muy positivo, de cara al año que viene esperamos poder mejorarlo, el listón de la organización anterior está muy alto, pero vamos a trabajar para que la Cabalgata de Aliatar siga siendo un referente», aseguró Montes.
Por otro lado, durante toda la jornada hubo un tren turístico que recorrió la localidad y para el jueves, día 6, está prevista la participación de los Reyes Magos en la misa que se celebrará en la iglesia parroquial a la una de la tarde. Allí, harán sus ofrendas al Niño Jesús y después recorrerán las calles de El Berrón, siempre que la climatología lo permita, para despedirse.
