La Guardia Civil de Noreña retomó la normalidad en la celebración de la festividad del Pilar, que tras la suspensión en 2020 por la pandemia, el pasado año se había limitado a una misa debido también a la situación sanitaria. Pero había ganas de recuperar lo perdido y tras la ceremonia religiosa celebrada en la iglesia de Santa María, la sala polivalente acogió un pincheo al que además de agentes y mandos del cuartel de la villa condal asistieron miembros del Ejército, de la Policía Nacional, de la Policía Local, del partido judicial de Siero, así como representantes de asociaciones y miembros del equipo de gobierno. «Solo tengo palabras de agradecimiento para la Guardia Civil; creo que les debemos mucho, en Noreña siempre están ayudando y pendientes de todo, cuando se les llama siempre están ahí y ese espíritu de colaboración es digno de mención», destacó la alcaldesa, Amparo Antuña.