Maruja Lombardía recibió la medalla de oro de la Virgen de la Cabeza

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photo_camera Maruja Lombardía, en el centro, recibió la Medalla de Oro.

Fiestas de la Virgen de la Cabeza en Meres

La comisión de fiestas de Meres recuperó la misa y el reparto del bollu y Maruja Lombardía recibió la medalla de oro

El día invitaba a fiesta y, aunque con mucha prudencia, Meres superó las expectativas y el pasado lunes reunió en el prau de la capilla a más de un centenar de personas que no quisieron perderse la misa en honor a la patrona de la localidad sierense, la Virgen de la Cabeza. «Es una fiesta hecha desde la sencillez y para que no se pierda, ya el año pasado hubo que suspenderla y si nos acostumbramos a no celebrarla, podría desaparecer», señaló Pedro Tardón, encargado de oficiar la homilía. Durante la misa tuvo presente la pandemia, pero quiso lanzar un mensaje de esperanza. «Debemos buscar situaciones que nos hagan ir venciendo esta sensación de tristeza», señaló. Asimismo, tuvo un recuerdo especial para los socios fallecidos y para Alejandro Díaz, párroco fallecido en diciembre. También se notó la ausencia del antaño alma de las fiestas, Avelino Fernández, "El Rilu", que falleció en julio de 2019.

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Asistentes a la misa en el santuario de Meres.

Maruja Lombardía, de 93 años: no me pierdo la fiesta ningún año, vengo siempre a la novena y a por el bollu

Por su parte, la comisión apostó por recuperar la alborada con dos parejas de gaita y tambor que desde bien temprano anunciaron la fiesta, el saludo de barrios y el reparto del bollu y la botella de sidra a los socios, que se llevó a cabo el martes de forma gratuita. «Decidimos que íbamos a hacer todo lo que pudiéramos sin aglomeraciones», señaló Tania López, de la comisión. El saludo de barrios es una de las tradiciones peculiares de la fiesta y consiste en el lanzamiento de varias docenas de voladores. «El primero se tira desde el prau y los demás van contestando desde barrios cercanos como Hevia, Fonciello o Tiñana», explicó.

El año que viene más, esperemos que con normalidad

Por otro lado, también se recuperó la imposición de la medalla de oro de la Virgen de la Cabeza, que este año recayó en Maruja Lombardía, de 93 años, que se mostró muy orgullosa por el reconocimiento. Acompañada por su hijo Tino Quince, su nieto Jonás y varios familiares, apuntó que «no me pierdo la fiesta ningún año, vengo siempre a la novena y a por el bollu». Polesa de nacimiento, se trasladó a Meres para cuidar a sus suegros. En su juventud fue lechera y trabajó en la casería familiar. «El año que viene más, esperemos que con normalidad», deseó.

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