Güevos Pintos en La Pola
La tradición volvió a inundar las calles de La Pola en Güevos Pintos con la creatividad por bandera en la veintena de puestos ubicados en el parque Alfonso X El Sabio, en los que los artesanos arrasaron con sus diseños y causaron sensación desde primera hora de la mañana. "Había muchas ganas de volver porque dos años son mucho tiempo", señaló Denis Martínez, que acude con sus creaciones desde 2013. Este año, entre sus novedades presentó unos faros con luz y una caseta con perro incluido, ambos agotados desde primera hora. También ofreció pollitos astronautas y adaptó sus asturianinos a imanes en miniatura.
Todos los puestos lucieron novedades. Luisa Sánchez acudió con peceras, Irene García con personajes de Pokemon, mineros con carbón y escanciadores con cubo y Bárbara Méndez pintó güevos con la temática "old school" que acompañaron a los decorados con motivos ochenteros.
Juan Marcelino Huerdo estrenó este año unas simpáticas muñecas de lana y trapo con el huevo haciendo de cara que complementaron a los más tradicionales, que decora con cera de abeja y tintes naturales aplicado en capas con la técnica pysanky, procedente de los países de Europa del Este. "Todos los años hay que hacer cosas nuevas", defendió.
Por otro lado, no faltaron los güevos llenos de asturianía, los que llevaban motivos infantiles y hasta los solidarios, como los del centro poleso El Sol, gestionado por la Asociación Trama, que destinará el dinero recaudado a financiar actividades de su proyecto de inclusión.
Poco después de las doce del mediodía, el párroco Fermín Riaño cumplió con la tradicional bendición en asturiano. Aunque ya se había estrenado el año pasado en los jardines de la iglesia, este fue el primero en el que se enfrentó a la plaza del Ayuntamiento, mermada del público habitual debido a la intensa lluvia. A su lado, la embajadora de las fiestas, Carmen Émbil, que reconoció que la de Güevos Pintos "es de las fiestas que más me gusta".
Dicen qu' a la tercera va la vencida y esti cura ta feliz porque si va dos años echamos la bendición dende 'l despachu l'alcalde y l' añu pasáu dende 'l prau la parroquia, esti añu facémosla dende esta plaza
Tampoco quisieron perderse la cita representantes de todos los grupos municipales, alcaldesde los municipios cercanos, diputados regionales y el diputado nacional Roberto Morís. En representación del Gobierno del Principado, asistió la vicenconsejera de Turismo, Graciela Blanco, que hizo hincapié en que "después de dos años volvemos a reactivar unas fiestas que alargan la Semana Santa".
Bendición de Fermín Riaño
Riaño comenzó señalando que "dicen qu' a la tercera va la vencida y esti cura ta feliz porque si va dos años echamos la bendición dende 'l despachu l'alcalde y l' añu pasáu dende 'l prau la parroquia, esti añu facémosla dende esta plaza".
Asimismo, recordó la pandemia y la crisis "qu'entá nun finó" y destacó el carácter festivo de la localidad. "Los polesos y poleses vivís y creéis a la vida nes calles y caleyes d' esti pueblu", añadió.
No faltó tampoco el deseo de que la guerra en Ucrania termine y un guiño a la política municipal y los recientes 12 millones de euros de inversión aprobados en el remanente. "Muncho hai tovía que facer y vamos poder seguir de frente y ensin muches rotondes y avanzando en xusticia y solidaridá".
Tras la bendición, se entregaron los premios del Concurso de Güevos Pintos y en una tregua de la lluvia, también regresaron a la plaza los bailes del Grupo Folclórico El Ventolín, que dieron paso a la espicha del tonel de sidra con degustación gratuita para todos los asistentes. Y como también es tradición, un vermú largo y muchas ganas de fiesta a pesar de la lluvia completaron una jornada que llenó los bares y devolvió la esperanza tras un 2020 de confinamiento y un 2021 de cierre perimetral. "Por fin vuelve la normalidad" fue una de las frases más escuchadas en la localidad.
