SAN CUCAO

Jornada de convivencia en la parroquia de San Cucao

El arzobispo de Oviedo participó en la convivencia de los vecinos de San Cucao, a la que no faltó el alcalde, Gerardo Sanz.


Estuvo en la cita el arzobispo de Oviedo Jesús Sanz

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El arzobispo de Oviedo Jesús Sanz presidió la jornada de convivencia anual de la parroquia de San Cucao (Llanera). A la una de la tarde ofició la misa dominical, que se aplicó por los difuntos de la parroquia. Estuvo tmbién con sus vecinos el alcalde socialista, Gerardo Sanz.


Sanz recordó como hace cinco años, cuando llegó a Asturias, tuvo conocimiento de las obras que se llevaban a cabo por iniciativa vecinal en la iglesia de San Cucao, por boca del párroco, José Julio Velasco, quien le invitó a conocer el templo  y "ahora, cinco años más tarde, vuelvo para ver el resultado, cosa que le agradezco". Destacó el papel de los vecinos en la implicación de las obras del templo que "fue la resulta de un trabajo comunitario, una colaboración constante y continúa de una comunidad que siente esta casa como suya". Una unión que se refleja en el lema que ha hecho suyo la parroquia de San Cucao, ocho localidades que forma un pueblo. Cada una de esas ocho localidades está representada por un árbol autóctono en el campo de la iglesia, ocho pueblos que echan raíces en San Cucao.


El arzobispo habló en la homilía de los atentados de París, que tiñen de negro el mundo. "Hoy todos somos París", aseguró. Lamentó los hechos y repasó los diferentes puntos donde se cometieron los atentados a los que llegaron "los que no estaban invitados, quienes eran incluso indeseables, en coches negros, negros como sus almas y sus turbantes, empezaron a disparar a cara descubierta". Y añadió "sabemos el resultado 129 personas, de los cuales tenemos dos españoles". Aseguró "no tener palabras" y reconoció como hoy, en su cuenta de twiter, escribió que "cuando construimos un mundo sin el Dios verdadero, es hacerlo contra el hombre". Y puntualizó que "el terrorismo no puede tener la última palabra".

La jornada se completó con una comida de hermandad en la que participaron 125 vecinos. Parte del dinero se destinará a continuar restando el presupuesto de las obras que "supuso la renovación de la iglesia que estaba en muy mal estado", señala el sacerdote de la localidad y Arcipreste de Siero, José Julio Velasco. Unas obras que supusieron una inversión de 267.000 euros y que a falta "de hacer balance de este año, nos queda ya poco para pagar".

Velasco quiso agradecer la implicación "de las personas que forman la comisión que, de manera voluntaria, se ofrecieron a participar cuando lo pedí en la iglesia".  Con su trabajo y dedicación han conseguido realizar actos y actividades para recaudar fondos. Actividades que van desde la venta de lotería, las populares comidas de hermandad, conciertos, chocolatadas... "pequeñas cosas con las que el pueblo colaboró, constantemente".

Integrantes de la comisión que ha impulsado la recuperación de la iglesia parroquial.