Con una toga de saco, soga en el cuello y ceniza en la cabeza caminaron desde Llanera a Oviedo para ganarse el perdón que ofició el Deán de la Catedral de Oviedo, Benito Gallego, en la Catedral.
La peregrinación partió, con un centenar de personas, a las 8 de la mañana de Posada, camino a Oviedo. En el punto fronterizo entre ambos concejos, el alcalde de Llanera, José Avelino Sánchez, acompañado por el edil de festejos, Sergio Álvarez, pidieron permiso para cruzar la frontera que otorgó el edil de turismo ovetense José Ramón Pando.
La recreación histórica de Los Perxuraos, a cargo de los vecinos y las asociaciones, la lucha entre caballeros y los bailes regionales animaron este acto donde Llanera dio a conocer su historia del concejo cuando resistieron al señorío episcopal ovetense en 1408.