FRANCISCO ROZADA

Don Pelayo, trece siglos después

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Proclamación de Don Pelayo en Cangas de Onís

 

La ciudad de Cangas de Onís y su concejo recrearán hoy sábado, día 9, el histórico momento en el que la vieja Cánicas acogió a Pelayo y lo alzó entre todos los suyos, para que en estas tierras naciese y germinase con él la idea de la Reconquista de aquella península que -en los inicios del siglo VIII- había perdido sus referencias. Así se recordará el momento en el que vio la luz el sentimiento de una nueva identidad que no concluiría hasta más de siete siglos después, ya con un fuerte sentido de referencia territorial, la misma que nos identifica hasta hoy como un pueblo libre, diverso y unido.

España comenzó aquí cuando corría el año 718. Sobre las cumbres, la niebla, montes bravos, fronda oscura, un templo todo el paisaje. De un pueblo de hondas bravuras quedaba sólo en los llanos el polvo de las ruinas. Tierra de Asturias, orbayu, verde, manzanos y minas, pastores, maíz y vacas, pescadores, montañas y ríos, como nuestro emblemático Sella.

Así la encontró Roma cuando hasta aquí llegó, deshechas las fortalezas y asegurados los puertos, rotas las rebeldías ante legiones más fuertes. Vino Augusto y buscó oro, alzó villas, abrió surcos, trazó puentes, proyectó calzadas y levantó campamentos. Más invasiones vinieron; godos aquí llegaron empujados desde el sur; pero vanos fueron los intentos de toda Hispania para impedir la otra invasión que desde África vino. Rotos los muros de nuevo, destrozadas las ciudades, desolada la llanura por donde bereberes arribaron con los árabes en tromba. Mucho más que religión era su afán de conquista. Pelayo, Auseva, rebeldía y baluarte, Cánicas, Alkama, tradición y crónicas, Munuza, conquista y reconquista…y -al fondo- siempre Covadonga.

“Astures: Pelayo, nuestro rey” es el lema para los diferentes actos del sábado 9 de septiembre que Cangas de Onís ubicará en cuatro escenarios diferentes (robledal de San Antoniu, parque Riera, plaza Camila Beceña y Puente “Romano”), un lugar perfecto -éste último- para la escenificación del más emotivo de los actos, el reservado –a partir de las 21,15 horas, ya anochecido– para recrear la proclamación de Pelayo. Allí encontraremos a personajes que nos trasladarán 1.300 años atrás. Entre todos ellos sobresale Pelayo, siempre acompañado de Tioda, el soldado que estaba a sus órdenes; veremos y oiremos a Claudio, el potentado romano del Valle de Boiges; a Veremundo, el señor godo de Argandenes; a Tarano, el jefe de los astures de Abelania, con Gaudiosa, su nieta; a Ermesinda, la hermana de Pelayo, acompañada por el monje Gladila que la acogió en su monasterio cuando Munuza (el gobernador bereber musulmán del antiguo Gigión) pretendió casarse con ella.

El guión, textos, escenografía y vestuario de esta novedosa recreación está bajo la dirección y supervisión del Departamento de Historia de la Universidad de Oviedo, de la mano del prestigioso profesor Álvaro Solano Fdez-Sordo. Se inaugura así la conmemoración del XIII Centenario de la Batalla de Covadonga (718-2018) que se celebrará a lo largo de todo el próximo año. No hay duda de que estamos ante una recreación histórica que está llamada a ser una referencia en Asturias a partir de ahora.

Francisco José Rozada Martínez
Cronista oficial de Parres

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