DANIEL RIPA

Holy cow!

Holy cow!” (traducido literal, “vaca sagrada”; aunque se usa como “¡madre mía!” o “¡carajo”) es una cadena suiza de hamburgueserías. Un McDonalds local, que levanta fervores. Su característica es que sólo sirve productos suizos. Desde la ternera al pan, pasando por cerveza y zumos, queso o salsa de tomate. El local lo adornan fotos de productores en panaderías o complejos agroganaderos. Y ¡vaya si funciona! Nada extraño en un país tan proteccionista como Suiza: cada supermercado señala cuáles son los productos locales. Pero la clave no es el etiquetado sino el consumo responsable. Es parte de la conciencia suiza: comprar alimentos suizos equivale a mantener puestos de empleo en ese país, especialmente en el sector agroganadero. Y eso genera riqueza: más consumo, servicios y puestos de trabajo. Lo conocen bien las tres generaciones de emigrantes asturianos que buscaron futuro en esa tierras.
Y es que con el consumo votamos día a día y tiene consecuencias económicas y sociales. También medioambientales: No es lo mismo traer tomates de Almería que producirlos en Llanera. Podría ser peor: cultivar la materia prima aquí, enviarla fuera a manufacturarla y comprarla de vuelta unas semanas después. Más kms. de desplazamiento y, por tanto, más huella ecológica, además de pérdida de valor añadido. Aunque depender de Mercadona’s (que hunden los precios con marcas blancas mientras su presidente presuntamente dona sobres al PP) para decidir lo que se consume y lo que no, tampoco es buena idea. Necesitamos redes de comercialización propias: Si no podemos conseguir chosco de Tineo en Ribadesella y queso de Peñamellera en Ibias tenemos un problema.
El fin de la cuota láctea (unas preferentes del campo auspiciadas por los gobiernos) permitirá la entrada de productos derivados de la leche a menor coste (y peor calidad) que lo producido en Asturies. Pero serán nuestras decisiones de compra, las redes de comercialización y el apoyo de la administración lo que ayude a preservar el campo asturiano. El futuro de la agroganadería y de nuestra comunidad nos va en ello.

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