Marcos Moradas Estrada es odontólogo especialista en prostodoncia y rehabilitación con implantes en la Clinica Dental Covadonga de Infiesto, donde trabaja junto a la higienista dental, Olga López.
Entre los pacientes de la Clínica Dental Covadonga, que atiende tanto casos de odontología en general como ortodoncias e implantes, hay un notable porcentaje de casos de bruxismo, «una dolencia, que si no se trata conlleva el desgaste de los dientes y problemas en la articulación temporomandibular, que termina por desencajarse», como le ocurre a muchas personas con la articulación del hombro.
– ¿Qué es el bruxismo?
– El bruxismo es un hábito involuntario –como si se tratase de un tic– de apretar y rechinar los dientes. Es algo que hacemos sin darnos cuenta y que a veces no se diagnostica a tiempo porque se tratan sólo las consecuencias, como el desgaste de los dientes.
– ¿Qué desencadena esta dolencia?
– El bruxismo es como una vía de escape. Suele aparecer en las personas alrededor de los 16, 18 años de edad, producto de muchos factores, pero principalmente del estrés, de las preocupaciones... De ahí que se manifieste cuando la persona empieza a tener responsabilidades: en los estudios, en el trabajo, problemas en el entorno de la familia...
– ¿Cuáles son los principales síntomas del bruxismo?
– Estamos ante una enfermedad con muchos síntomas: dolor de cabeza, dolor de oído, hipersensibilidad en la dentadura a las cosas calientes y frías..., pero lo que a los profesionales nos dice que una persona padece bruxismo es el desgaste en las piezas dentales. Es fundamental diagnosticarlo de manera temprana para que no avance. Muchas veces la persona que lo padece no se da cuenta hasta que aparecen los ruidos en la mandíbula al masticar.
– ¿Tiene solución?
– En el momento que se diagnostica bruxismo lo mejor para paliar los efectos es la férula oclusal, es algo indispensable que va a evitar el desgaste de los dientes y los problemas en la mandíbula. A día de hoy es la primera y la mejor medida que se puede y debe tomar. Si estamos en un caso donde ya existe ruido en la mandíbula las recomendaciones son muy claras: hay que evitar mordiscos bruscos y tener mucho cuidado a la hora de bostezar, un movimiento brusco en la mandíbula puede terminar por desencajarla. Y por otro lado hay que tratar el problema que provoca el bruxismo, que generalmente se debe, como le decía antes, a situaciones de estrés, ansiedad, depresión...
– ¿Es una patología muy frecuente?
– En nuestra consulta yo diría que más del 30% de pacientes que atendemos padecen bruxismo en algún grado.
