Las obras de la Autovía del Cantábrico arrancaron en 1989 y, ayer martes, 30 de diciembre de 2014, se inauguraba el último de los subtramos, el de Unquera-La Franca, que restaba para poder recorrer toda la Cornisa Cantábrica y viajar a cualquier país de Europa en autovía.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; el presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández; el presidente de Cantabria Ignacio Diego y la ministra de Fomento, Ana Pastor descubrieron el último de los hitos con lo que se dan por concluidas las obras de la Autovía A-8, la del Cantábrico, en Asturias.
El subtramo que se inauguró ayer, el que une Unquera (Cantabria) con La Franca (Ribadedeva-Asturias) tiene una longitud de 4,15 kilómetros y ha supuesto una inversión de 64 millones de euros. En los últimos tres años se han puesto en servicio un total de ocho tramos de la Autovía del Cantábrico, que suman 71,4 kilómetros. A lo largo del próximo año, en 2015, se inaugurarán los dos tramos que restan de esta autovía en Cantabria, para unir Torrelavega con Solares.
La apertura al tráfico de todo el trazado de la Autovía del Cantábrico en la Comarca de los Picos de Europa hace mucho más fácil, cómoda y segura la circulación para los casi 13.000 vehículos que transitaban a diario por los tramos de la Nacional 634. La autovía pone fin también a puntos negros y a las travesías de varias localidades.
Rajoy apuntó que con esta inauguración «damos un gran paso para la cohesión entre las comunidades autónomas del norte, Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco. Se podrá viajar desde Faro (Portugal) hasta París por vías de alta capacidad».
Una cita histórica como esta no se la quisieron perder políticos de todos los colores como: Mercedes Fernández, Antonio Trevín, Vicente Álvarez Areces, Isidro Martínez Oblanca, Isidro Fernández Rozada, Marina Huerta, Alejandro Vega, José Manuel Felgueres, José Avelino Sánchez o José Manuel González Castro, entre otros y por supuesto la alcaldesa de Llanes, Dolores Álvarez Campillo; el alcalde de Ribadedeva Jesús Bordás y el alcalde de Val de San Vicente (Cantabria), Roberto Escobedo.
