Fiestas de Santa Apolonia
Florín Rodríguez junto a Francisco Rato, la mujer dl homneajeado María Jose´Morán y su nieta Celia Rodríguez.
Francisco Rato, primera Medalla de Oro de Anes, fue el encargado de entregar el domingo en el prau de la fiesta, la insignia de oro de la parroquia a su paisano y amigo, Florentino Rodríguez, más conocido en Pañeda como Florín. El año pasado la comisión de Festejos de Santa Apolonia instauró este reconocimiento para agradecer el trabajo, totalmente desinteresado, de sus vecinos por la localidad.
«Es un honor y un orgullo que te reconozcan en tu pueblo», aseguró Rodríguez, quien hace extensible esta medalla a sus compañeros: «yo soy uno más de un equipo que trabajamos por sacar adelante la fiesta». El homenajeado echó la vista atrás y reconoce que eran otros tiempos, « a nosotros nos tocó una época de crecimiento. En Pañeda había una fiestina de pueblo y conseguimos darle proyección». La motivación que tenían era que «la fiesta de este año fuese mejor que la del año anterior». Y lo consiguieron. «Ahora hay otras circunstancias y el botellón no ayuda nada».
La comisión de festejos valoró «el amor por su pueblo, del que se siente orgulloso y del que presume de él allá donde va». Ese amor fue el que le llevó a implicarse en la sociedad de festejos, de la que fue componente durante más de dos décadas. Otras de las pasiones de Rodríguez- hijo de Nardo y Luz- son las setas y los bolos, con mucho arraigo en Pañeda.
La entrega de la insignia fue uno de los momentos más emotivos de la celebración dominical, en la que el párroco, Pedro Tardón, ofició la misa en honor a la patrona en el prau de la fiesta, arropada por el Coro de Santa Apolonia y seguida por la procesión.
Un momento de la procesión por el prau de la fiesta.
La festividad en honor a Santa Apolonia, que este año cumple 35 años de celebración, comenzó el sábado con la comida popular en el prau de la fiesta. Los 350 romeros comieron 25 corderos y compartieron mesa y mantel en estas fiestas patronales que son un referente en la Comarca del Nora en la celebración de fiestas de prau.
La mesa ya estaba puesta para las dos y media de la tarde pero no fue hasta las tres cuando comenzaron a servir. Un orquestado equipo de camareros-componentes de la comisión-atendieron a los comensales que, un año más, degustaron este asado.
Para que todo estuviese a la hora, el grupo de asadores, que el domingo prepararon la paella, comenzaron los preparativo del asado a las 7.30 de la mañana.
Cerca de 350 comensales se sentaron a la mesa en la cordera de Santa Apolonia.
Jira y carrera de burros
La celebración se despide el lunes, 30 de julio, con el día del socio. Ese día habrá una misa en recuerdo de los socios fallecidos a la una de la tarde.
La carrera folclórica de burros animará la tarde de merienda en el prau de la fiesta (a partir de las dos de la tarde se permitirá coger mesa y sillas para la merienda). Una divertida prueba que cuenta con premios para los mejores disfraces.
La segunda verbena correrá a cargo de los grupos La Huella y Panorama.
La Comisión de Festejos advierte que se hace cargo de la barra de la fiesta, por lo que los precios serán populares. También hacen un llamamiento para que se gaste en la celebración y se evite el botellón, «si queremos que siga celebrándose la fiesta», apuntan. La fiesta de Santa Apolonia este año están de aniversario al cumplirse 35 años de romería iiterrumpida.
