20 años Rompiendo Distancias

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photo_camera Josefina Álvarez Vega, vecina de Argolibiu.

Dos décadas del Programa Rompiendo Distancias en Asturias

El Principado de Asturias ponían en marcha el Programa Rompiendo Distancias hace veinte años –de manera piloto– en San Tirso de Abres, Taramundi y zona alta de Vegadeo. El Programa nacía para entender el envejecimiento desde una visión positiva de esta etapa de la vida y para vertebrar lo que La Organización Mundial de la Salud (OMS) denominó por entonces como “envejecimiento satisfactorio” o “envejecimiento exitoso”.  El Programa Rompiendo Distancias supuso un antes y un después para la población mayor de las zonas rurales a quienes se facilitó el acceso a los diferentes recursos de la comunidad a través de talleres, cursos, actividades, reuniones, excursiones que, además de garantizar un envejecimiento activo ayudan a prevenir los riesgos de aislamiento y soledad que puedan padecer los mayores de la zona rural. Rompiendo Distancias permite que ahora los mayores continúen viviendo en sus hogares,  sin verse obligados a tener que cambiar el entorno de vida, al tener al alcance de la mano todos los recursos que precisan.

La Comarca de la Sidra y los municipios de la Mancomunidad Pequeña (Amieva, Cangas de Onís, Ponga y Onís) fueron los siguientes en incorporarse a la iniciativa en el año 2001.

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Uno de los talleres de Rompiendo Distancias en Mestas de Con (Cangas de Onís)

Casi 7.000 beneficiarios de Rompiendo Distancias

Aquella experiencia piloto es hoy realidad en 39 municipios y se benefician 6.827 personas (cifra de 2019). Lo quince programas actuales son: Alto Navia  (533 personas usuarias), Oscos-Eo  (286 personas), Taramundi-San Tirso de Abres-Castropol (362 personas), Valdés (517 personas), Narcea (463 personas), Cudillero-Salas (1.237 personas), Candamo-Las Regueras (447 personas), Mancomunidad de La Sidra (627 personas), Valles del Oso (347 personas), Belmonte (148 personas), Somiedo (35 personas), Grado-Yernes y Tameza (209 personas), Mancomunidad de Onís, Amieva y Onís (635 personas), Cabrales-Peñamellera (378 personas) y Caso-Sobrescobio (602).

A lo largo del año 2019 se han llevado a cabo más de 2.638 actuaciones en el eje 1 que comprende: transporte accesible, comida a domicilio, préstamo de ayudas técnicas, biblioteca móvil, servicio de podología, acompañamiento, fisioterapia y peluquería. Y en el mismo año, también se han desarrollado 5.205 actuaciones en el eje 2 que comprende: estimulación cognitiva, estimulación física, bienestar mental y emocional, lúdicas de ocio o esparcimientos, artísticas o artesanales, de promoción de la salud, de acercamiento a las nuevas tecnologías,  promoción de la participación social, actividades intergeneracionales…

En los quince programas de toda Asturias trabajaron a lo largo de 2019: 14 Técnicos de Rompiendo Distancias, 4 profesionales a jornada completa y 97 profesionales contratados a jornada parcial de diferentes categorías. También han colaborado 76 profesionales de otros recursos.

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Josefina Álvarez Vega "Pepa", vecina de Argolibiu (Amieva)

«Rompiendo Distancias nos cambió la vida a los mayores de los pueblos»

Josefina Álvarez Vega “Pepa” tiene 84 años y lleva desde el primer día en la Asociación de Mayores de Amieva, creada con la puesta en marcha del Programa Rompiendo Distancias, «que nos cambió la vida a los mayores de los pueblos», asegura rotunda. «Pasamos de hacer una vida monótona a contar con actividades como la gerontogimnasia, los talleres de memoria o las excursiones, yo a penas había ido de aquí a Sames –la capital de Amieva– y ahora conozco media España, sólo nos falta ir a Canarias», apunta recordando los viajes «que hicimos junto con los mayores de Onís a Valencia, Madrid, Segovia o Zaragoza, cuando se celebró la Expo».

Pepa, como le llaman sus vecinos, ejemplifica ese envejecimiento activo, que le permite, a los 84 años, vivir sola, en la casa donde ha vivido toda su vida.

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Andrés Naredo vive en Cuiña (Villaviciosa) y es usuario de servicio de Transporte Accesible y Acompañamiento.

«Me recogen en casa cada quince días, me bajan a Villaviciosa y me ayudan con las gestiones y la compra»

Andrés Naredo Coviella (67 años) vive Cuiña, en la parroquia maliayesa de Valdebárcena y es usuarios del servicio de Transporte Accesible y Acompañamiento de la Mancomunidad de la Comarca de la Sidra. «Me recogen cada quince días aquí en casa y me bajan a Villaviciosa, no se puede pedir más, y por si fuera poco son muy atentas y nos ayudan en lo que haga falta», apunta. El servicio permite que muchos mayores puedan hacer sus gestiones cotidianas, asesorados en todo momento y con el apoyo de dos auxiliares que les acompañan. Desde las consultas médicas hasta las gestiones bancarias, pasando por las compras o el simple contacto con amigos y familiares.

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Adela Herrero, voluntaria del Programa Rompiendo Distancias en Cangas de Onís, Amieva y Onís.

Los voluntarios son otra de las patas  fundamentales del programa Rompiendo Distancias. Adela Herrero, que fue presidenta del Hogar Bella Vista de Cangas de Onís, es una de las voluntarias que participa en talleres con los usuarios del Centro de Día de Benia de Onís y también en actividades intergeneracionales con los alumnos de  Cangas, Amieva y Onís 

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Afra Montes, de Bimenes entrenando la memoria en su casa gracias al proyecto que coofinancia La Caixa.