El ACBU, de Cangas de Onís, se ha lavado la cara y ha abierto completamente renovado. Para empezar, ahora ya no es una sidrería sino un Café-Bar (aunque bien podría llamarse gastrobar, porque sus propuestas para comer no tienen desperdicio). Un nuevo ACBU viene pisando fuerte.
Laura Miyares y Joaquín Valle abren cada mañana la puerta a las 7 con el convencimiento de que el buen trato al cliente es la mejor receta para triunfar. Ofrecen desayunos completos por 3,50 euros, compuestos de zumo, café o tés variados y bollería o pincho (de estos últimos tienen una gran variedad y propuestas muy nuevas como el de Cecina con tomate natural, aceite de oliva y orégano). Además, cuentan con diferentes tipos de leche (desnatada, de soja, sin lactosa…) y de azúcar y edulcorante (desde el normal hasta la stevia). A gusto del consumidor hasta el último detalle.
Pero el “plato fuerte” del nuevo ACBU son sus pinchos –tipo vascos– que, desde las 12 a las 4 de la tarde, regalan con cada consumición. Y no se trata de unas simples aceitunas sino de pinchos elaborados, con una muy buena presentación de las que entran por los ojos y, además, riquísimos. De estos pinchos hacen cada día seis bandejas con diferentes tipos. Además, estos sabrosos pinchos se pueden acompañar con un buen vino de su amplia carta, con cerveza Ámbar de seis tipos distintos –hasta una apta para celíacos– o por supuesto, de buena sidra.
La misma filosofía de tapa gratis con consumición la aplican por la tarde, desde las 6.30 hasta el cierre, con pinchos calientes como bollu de chorizu, croquetas, alitas de pollo…
Para los domingos de vermú, de una a tres, ofrecen gambón con cada consumición. Y de cara el invierno quieren ofrecer cazuelitas con guisos propios y tradicionales de los que calientan el cuerpo.
Si lo que nos apetece, más que tomarnos algo, es una buena cena a base de tapas el ACBU nos lo pone fácil porque en su carta hay suculentas propuestas como el croquetón de jamón, salteado de gulas y gamba, alitas de pollo (receta secreta del ACBU), gambas a la gabardina, tabla de embutidos y quesos o las clásicas patatas tres salsas con salsas de elaboración propia y una forma distinta de presentarlas.
Joaquín, que se declara apasionado de la cocina, cuida cada detalle, y eso se nota y se aprecia. Y no sólo son los detalles de cada tapa o pincho sino los detalles que tiene para con la gente que decide acompañarles cada día. Resalta que, para él, aunque el turismo sea un extra en estos meses de verano, «lo más importante es la gente del pueblo», la que cada día acude allí, que se sientan a gusto y disfruten. Y destaca que, desde que abrieron sus puertas el pasado mes de abril, disfrutan atendiendo a los que allí se acercan y comprobando que lo que hacen y ofrecen gusta.
Por si todo esto fuera poco tienen terraza cubierta con ocho mesas, para disfrutar de las tardes y noches de verano sin preocuparse del orbayu.
El nuevo ACBU está en la calle Constantino González, en Cangas de Onís, abierto desde las 7 de la mañana hasta las 12 de la noche.
Por Tamara Llamedo.
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