CABRANES

Kikiricoop, una cooperativa asentada en Cabranes con vocación ecológica y dos proyectos culinarios muy originales

Además de la crema de avellanas Asturcilla, la cooperativa Kikiricoop trabaja tambien con un catering ecológico llamado Con-fusión comidas

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Kikiricoop: una joven apuesta por lo rural y lo ecológico asentada en Cabranes

 

Una crema de avellanas de Piloña cien por cien ecológica y de fabricación artesanal, y un catering ecológico y con tendencia vegetariana son las dos apuestas de una joven cooperativa, denominada Kikiricoop y asentada en Cabranes

 

Productos cercanos, de temporada y ecológicos, una filosofía de vida basada en la sostenibilidad y el respeto a la Tierra y  ganas de vivir en el medio rural, contribuyendo a revivirlo, son los ingredientes que componen Kikiricoop, una joven cooperativa formada por un grupo de amigos que nació con vocación soñadora  de cambio y que aglutina dos proyectos: Con-fusión comidas, un catering que sirve comida diferente en eventos variados dentro y fuera de Asturias, y Asturcilla, una crema de avellanas de Piloña que está para chuparse los dedos y que ellos denominan “delicia neopaisana”.


Ambos proyectos surgen de la necesidad de los componentes de la cooperativa de abandonar unos trabajos precarios y del deseo de vivir en un entorno rural, trabajando allí y poniendo en valor los productos de la zona e integrándose en el tejido productivo local, para impulsar la vida rural y la creación de puestos de trabajo de calidad en ese ambiente.

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Asando avellanas de Piloña en la Cooperativa Kikiricoop. Y un tarro de la delicia neopaisana.


El siguiente paso fue contactar con otros proyectos similares vecinos y con productores locales, para nutrirse de gente cercana que aboga por respetar los ritmos naturales de la tierra y apuesta por alternativas ecológicas y sostenibles.
Así empezó esta aventura, que lleva ya año y medio asentada en el Vivero de empresas de Cabranes, donde a través de la ayuda de una campaña de crowdfunding (financiación de particulares interesados en el proyecto) y de un crédito concedido por una Banca Ética, montaron una cocina profesional que es el corazón de esta cooperativa, de donde salen alrededor de 600 tarros de Asturcilla semanales,  una crema para untar que está compuesta de cinco ingredientes (avellanas de Piloña, leche ecológica de Nava, aceite de girasol ecológico traído desde Burgos, y cacao y panela procedentes del comercio justo) y que es toda una delicia que ellos denominan “neopaisana”, porque contribuye a generar trabajo y riqueza en el medio rural, llevando así a crearse nuevos núcleos de paisanaje que trabajan la tierra, respetándola y colaborando entre ellos a través de la creación de redes de cooperación. De la misma cocina- corazón  salen los platos de Con Fusión comidas, un  catering en el que los productos de temporada, de km 0 y ecológicos se combinan para crear platos y bocados que van desde lo tradicional a la fusión de comidas del mundo. Aunque tienen tendencia a dar prioridad a los vegetales también trabajan con carnes y pescados y sirven en todo tipo de eventos, adaptándose a cada circunstancia particular sin perder de vista su filosofía esencial: el desarrollo de una economía sostenible que no intoxique la tierra ni envenene a las personas.

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Y si la cocina es el corazón, sus componentes son el alma de este proyecto: un grupo de amigos con el sueño de vivir acordes a sus principios y propagar a través del trabajo y el esfuerzo una manera de entender la agricultura y la alimentación, un modo de vida respetuoso con el medio ambiente que sea capaz de generar riqueza y contribuir a que el medio rural asturiano reviva con fuerza y se llene de proyectos con alma y corazón, como el suyo.