Opinión

Despedidas

El puntín sobre la "i"

.... Y al undécimo día, la luz se apagó. Se interrumpieron la lectura y contemplación, los paseos quedaron desiertos, aquella bici –desde su quietud– se reivindicó a sí misma, se terminaron las charlas, se detuvieron las bobinas, estalló el silencio y la palabra FIN desgarró el fundido a negro. Sin más. Sin algarabías, aplausos o palabras conmovedoras. Eso vendría luego. Las risas se tornaron llantos y los saludos en despedidas. Pero antes de ese maldito undécimo día hubo una décima jornada. Y en ella nos recomendaste “Fanny y Alexander”, la última cinta rodada para el cine por el director Ingmar Bergman. También fue tu última película, el cine te acompañó hasta el final de tus días. Estabas inmerso en una suerte de reto cinematográfico y compartías un film diario. En realidad, el reto era doble.

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Miguel Ángel Aramburu.

Tampoco estaría de más que diesen tu nombre a ese paseo de La Noceda y Arriondas Norte, que tantas veces recorriste solo o con Basilio, el buque insignia de vuestra casa

Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero se equivocan. Arriondas te sabía un cúmulo de cultura y reivindicación. Activismo social y cultural que te hicieron ganar el calificativo de “agitador cultural”, tantas veces reproducido por los medios de comunicación estos días y que te valió sendos homenajes públicos. A mi, particularmente, me agitabas sin contemplaciones las redes sociales. Esos canales hicieron que tu universo fuera aún más infinito y extendieron tus reflexiones y anotaciones por todo el planeta. Mi muro hoy está huérfano, se encuentra en un desesperante sosiego. Faltan tus likes y comentarios. Se me antoja que va a tardar en recuperar el esplendor que le conferías con acalorados debates y didácticas anotaciones.

Nos quedó pendiente una botellina con la que arreglar este mundo que avanza como pollo sin cabeza.

Es una pena, Miguel, que no puedas ver lo mucho que te queríamos en tu pueblo y el resto de la Comarca. Incluso están impulsando la celebración de un festival de cine en tu honor. Tal vez proyecten esas diez películas que nos recomendaste antes de partir. Tampoco estaría de más que diesen tu nombre a ese paseo de La Noceda y Arriondas Norte, que tantas veces recorriste solo o con Basilio, el buque insignia de vuestra casa. Nos quedó pendiente una botellina con la que arreglar este mundo que avanza como pollo sin cabeza. Guárdamela, aunque críe madre. Y descansa junto a la tuya, que a buen seguro te echaba de menos. Aprovecha para saludar a Teru, Julia, Pepe, Feli y todos los vecinos que se fueron en silencio en las últimas semanas. Contigo no les va a faltar una buena conversación.

P.D.: Un fuerte abrazo a los Aramburu, Carús, De Diego, Sierra Díaz y también a quienes han tenido que llorar en solitario la pérdida de un ser querido.