OPINIÓN

Un emprendedor infatigable

Amalio García Martínez, presidente del grupo industrial EMCOR-SATRA, quien a sus 91 años continúa con plena actividad creativa y empresarial

 

Debo felicitar a la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) y a su presidente Pedro Luis Fernández por haber convocado para el próximo día 14 de noviembre en el hotel Reconquista a un homenaje a su afiliado de más edad, Amalio García Martínez, presidente del grupo industrial EMCOR-SATRA, quien a sus 91 años continúa con plena actividad creativa y empresarial desde sus oficinas en la ovetense plaza de Castilla que comparte los fines de semana con las que tiene en Torre Picasso de Madrid. En las últimas elecciones celebradas en FADE presidió la mesa como empresario de más edad junto al más joven, Alejandro Fernández de Alimerka. Una buena pareja empresarial, sin duda alguna

Amalio García Martínez nació en Sotrondio, siendo hijo y nieto de mineros. Su padre fue ingeniero de la empresa Carbones de La Nueva, falleciendo en accidente minero lo que obligó a su hijo a incorporarse con 14 años a dicha empresa. Este emprendedor que ahora homenajea FADE y cuya figura será glosada por el propio Pedro Luis Fernández, desde los 25 años en que fundó su primera empresa toda su vida profesional ha transcurrido, y continúa , en el sector de la minería si bien ya desde hace años su actividad empresarial se ha extendido por varios países como consecuencia del inevitable declive de la minería asturiana y española. Tiene en estos momentos una fábrica de bulones de anclaje que permite mayores niveles de seguridad, garantía y rapidez en los trabajos de tunelería y obra civil, en Gijón exportando una media de quince contenedores todos los meses desde El Musel. Ha extraído carbón en Colombia, tiene negocios en Perú, ha realizado importantes operaciones en China y ahora está abriendo mercado para sus productos en Tailandia. Casi nada.

Su talante empresarial no ha disminuido un ápice. Tengo la impresión de que aún tiene sobre su mesa un estudio para hacerse con varios pozos de HUNOSA a los que salvaría del cierre. Sin menospreciar  a nadie hay que reconocer que desde hace bastantes años la producción de la empresa pública minera se sostuvo en gran parte gracias a los especialistas que Amalio García trajo de la República Checa y de Polonia, así como maquinaria, lo que le valió en 1999 ser nombrado Cónsul Honorario de la República Checa. Naturalmente el cierre de explotaciones y el descenso en la capacidad de producción de HUNOSA ha llevado a que el número de especialistas de dichos países haya disminuido mucho.

Creo que es justo destacar de la personalidad de este cualificado y veterano empresario asturiano su estilo personal de trabajo eficiente, discreto y su gran sensibilidad social, especialmente valorada por sus colaboradores -Conocí a dos de sus socios, César Posada yBenigno, también muy eficaces, aunque lamentable fallecieron hace unos años- y componentes de las empresas.

En definitiva, la mecanización y modernización de la minería asturiana se debe en parte a las empresas creadas por Amalio García, quien se muestra orgulloso de ser un experto en abrir agujeros y en amar el carbón y en concreto el asturiano. Persona realista en sus análisis económicos está preocupado por la situación de nuestra autonomía, que es la suya, pero lo que tiene seguro es que mientras el cuerpo aguante no tirará la toalla como creador de riqueza en Asturias y tengo al impresión de que el aguante va para largo. El próximo día 14 de noviembre en el hotel de la Reconquista la clase empresarial, y también representantes de los sindicatos e instituciones, además de amigos, se darán cita en esta convocatoria de FADE.Amalio García se merece esto y mucho más. Me consta que a él sus 91 años le saben a poco.