TRASPANDO

Un libro recopila la historia de la escuela de Traspando, con un siglo de vida

El libro lo ha hecho la periodista Cristina Huerta, antigua alumna de esta escuela
La Asociación de Vecinos de Traspando organizó el segundo encuentro de antiguos alumnos

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El siglo de vida de la Escuela de Traspando recopilado en un libro

 

Corría el año 1914. Un grupo de familias, trabajadores de la mina de El Toral, se organizaron para construir una pequeña escuela en un solar cedido por un vecino y ubicado en frente de la iglesia. Lo hicieron todos juntos, en sextaferia, y levantaron con sus manos e ilusión la que fue la única “escuelina” de la parroquia durante 47 años consecutivos, un modesto edificio que se mantuvo   en pie y funcionó todo ese tiempo gracias al esfuerzo vecinal  y al deseo de tener un centro educativo para el medio centenar de niños de la zona de aquella época.
La escuela, en sus inicios, estuvo subvencionada por Duro Felguera, por el Ayuntamiento de Siero y por las propias aportaciones vecinales, que sufragaban la actividad docente.

A medida que el tiempo avanzaba,  fue quedándose pequeña para tantos niños como acudían a ella (unos 90 escolares) y también anticuada, razón por la cual, en 1961, se consiguió autorización para levantar otra,  junto a la carretera,  que sirvió primero para segregar a los numerosos alumnos en dos grupos y que, después, aglutinó a toda la población escolar, quedando establecido como único centro en los años 80, cuando la “escuelina” pasó a formar parte del CRA de Viella.  A partir de ahí, y debido al abandono progresivo de las zonas rurales, la pequeña escuela que había surgido del empeño de las familias del pueblo, fue acogiendo cada vez a menos niños hasta que, en 2017, el trayecto de este centro se detuvo cuando los cuatro alumnos que acudían a él empezaron Secundaria.


Esa larga trayectoria, desde 1914 a 2017, por la que transitaron numerosas generaciones, así como el amor a un centro que se mantuvo en pie durante un siglo,  fueron las razones que llevaron a la Asociación de Vecinos de Traspando a juntar a sus antiguos alumnos para organizar un encuentro anual, que empezó el pasado año y ya fue todo un éxito y que tuvo su segunda edición el  pasado sábado, 22 de septiembre, cuando más de 80 personas de todas las generaciones que pasaron por “la escuelina” se reunieron en los patios del último edificio que la albergó para compartir comida, experiencias, recuerdos y anécdotas. Un exitoso y emocionante segundo encuentro que sirvió también  para presentar un libro, escrito por la periodista Cristina Huerta, en el que se recoge la historia de las Escuelas de Traspando y con el que la Asociación de vecinos pretende dar a conocer los orígenes de la educación en el pueblo, poniendo en valor la voluntad social que, con financiación propia, implicación, trabajo y mucho empeño, consiguió que aquella pequeña escuela construida entre todos los vecinos acabara integrándose en la red de enseñanza pública. “Son 103 años que reflejan el pulso de un pueblo que ha vivido todo tipo de avatares económicos, sociales y políticos para lograr la educación de sus hijos”, afirma la autora del libro, oriunda de Traspando y antigua alumna de esta escuela rural, añadiendo su agradecimiento a la Asociación de vecinos, “he disfrutado mucho de este trabajo, sumergiéndome en datos, documentos, libros, archivos y  testimonios que me mostraron las huellas que han dejado las Escuelas de Traspando y sus gentes en el discurrir de los años”.

Con su unión y a través de exposiciones o la puesta en marcha de este libro, los vecinos demuestran el apego por su pasado y las ganas de preservar la memoria de un pueblo que ya tiene escrito el relato de su escuela, un sueño hecho realidad que almacenó 103 años de vida, algo muy singular y casi único en la escuela rural asturiana.