CARLOS TEJO

El eterno conflicto del Descenso Internacional del Sella

El periodo 2011 a 2015, la casa de tócame Roque

vineta-alfonso-publicada-agosto-voz-asturias.jpg

Historia del Descenso Internacional del Sella

Al Sella, en cada década le cae un chaparrón, consecuencia de ser único e inigualable.

Este artículo no va a tratar de los campeones, hombres y mujeres, del Sella, de ahí que no busquéis aquí ni a los más laureados ni aquellos que se quedaron con la miel en los labios. Estas historias que a continuación se narran son daños colaterales de un evento sencillamente enorme.

LOS INICIOS

Cuando Dionisio de la Huerta y su amigo Benigno Moran, que fue médico del Sporting de Gijón, realizan una excursión por el río Piloña, desde Coya a Infiesto, en el verano de 1929, no pensaron nunca lo que iba a dar de sí tan lúdica aventura. Ni tan siquiera en los años siguientes, 1930 y 1931, cuando Manés Fernández y Alfonso Arguelles se unieron a la fiesta de las excursiones, esta vez desde Infiesto a Sotu Dueñas, pensaban en otra cosa que no fuera divertirse, mientras las amigas y amigos los seguían en un autobús alquilado, con las cestas de la merienda llenas a rebosar.

  1. PRIMERA COMPETICION, PRIMER CONFLICTO

En 1932 Dionisio de la Huerta convoca en Arriondas, un 28 de Julio, a sus amigos de Ribadesella, Oviedo y Gijón, además de los de Infiesto. Dioniso de la Huerta se las prometía muy felices con esta nueva excursión, ya desde Arriondas a Ribadesella. El caso es que los de Ribadesella eran jóvenes estudiantes que, en Madrid, practicaban todo tipo de deportes o veraneantes bien alimentados, Qué decir de los de Gijón, pertenecientes al Cub Astur de Regatas. Se discute entre excursión (Dionisio de la Huerta) y competición (Los de Gijón y los de Ribadesella). No se puede olvidar que Dionisio se codeaba con la “alta sociedad” y los que allí estaban concentrados se estimaban mucho a sí mismos. Perdió Dionisio este primer conflicto, y el Sella, la tercera excursión, la de 1932, con 13 piraguas en la salida, fue la primera con carácter de competición. Ganaron los riosellanos César Sánchez Llano y Antonio Durán.

  1. SE ACABÓ LA FIESTA.

En 1935, El Sella ya tenía carácter nacional, vinieron los de Cantabría y además ganaron. António Caviedes, al que conocí 50 años más tarde con motivo de esa efemérides, se proclamó vencedor en una piragua que tripulaba en solitario. Ese año se ahogó un piragüista de Villaviciosa que iba en K-2, dicen que por un corte de digestión, al volcar. Al año siguiente estalló la Guerra Civil en nuestro país y se acabó la fiesta.

LA DÉCADA DE LOS CUARENTA DEL PASADO SIGLO. A PESAR DE DIONISIO DE LA HUERTA.

Pasaban los años y Dionisio de la Huerta no daba señales de vida para que aquello que tanto entusiasmo había levantado pudiera contribuir a alegrar la situación de aquellos años posteriores al conflicto recién pasado. Incluso hubo un intento riosellano de retomar la competición. En efecto, en el verano de 1938 se citaron varios amigos deportistas de Ribadesella para una carrera de recorrido corto, desde Llovio a Ribadesella, resultando vencedores Ángel Arias, que posteriormente fue alcalde de Ribadesella, y Agustín González. Varios fueron los llamamientos que, posteriormente, desde Gijón, se le hicieron a Dionisio de la Huerta, sin que encontraran respuesta, hasta que decidieron en 1944 retomar el Sella con Dionisio o sin él. Al final Dionisio de la Huerta estuvo presente, organizando desde Infiesto la parte festiva mientras los gijoneses del Grupo Cultura Covadonga se encargaban de la parte deportiva.

MEDIADOS LOS 50. DIONISIO PROPUSO LA META DEL DESCESO DEL SELLA EN LLOVIO

No sabría precisar el año concreto pero fue a mediados de los años 50 cuando a Dionisio de la Huerta se le “cruzó el cable” y decidió que la Meta del Sella se pondría en la localidad de Lloviu. Dionisio, quienes lo conocimos y trabajamos con él lo sabemos, tenía algún que otro arrebato y, entre las genialidades con las que inundaba el Sella, metía de vez en cuando la patada al calderu y desparramaba la leche. Esta historia la cuenta maravillosamente bien el Cronista Oficial de Ribadesella, Lorenzo Cordero, en un cuadernillo titulado “Pequeñas Historias de la Fiesta de las Piraguas” publicado en 1959. Como es de suponer Ribadesella se sintió herida y todos gritaban ¡Las piraguas son de Ribadesella! ¡Jamás la meta en Lloviu! E incluso una riosellana, “Cheché”, muy célebre por entonces, gritó, refiriéndose a Dionisio de la Huerta : “Si viene por aquí esi hombrín de Infiestu, le tiro al agua”. El conflicto se solucionó con la mediación del alcalde de Ribadesella y la meta siguió siendo en Ribadesella. ¿Qué le pasaría a Dionisio por la cabeza ese año? Esto sin mencionar la cantidad de cartas que Dionisio de la Huerta escribió a los distintos alcaldes de Ribadesella amenazando con no organizar el Sella si no se pagaba no sé qué factura de una Banda de Música del Batallón Militar de no sé dónde o cualquier otro gasto. Las cartas están en el archivo histórico del ayuntamiento riosellano.

1959 EL SELLA ROMPE LAS RELACIONES CON LA FEDERACIÓN DE REMO

El mundo del piragüismo, gracias al Sella y a su internacionalidad desde 1951, ya era más importante que toda la actividad de la Federación Española de Remo, de la cual el piragüismo era sólo una sección. Además, a los organizadores del Sella se les ocurre organizar una competición internacional al día después del Sella, aprovechando los participantes extranjeros, en distancias olímpicas, 500 y 1000 metros, incluyendo por vez primera las K-4. La Federación de Remo lo impide y los organizadores del Sella promueven la salida de la Sección de Piragua de la Federación Española de Remo. En 1960 el divorcio está confirmado, se celebra la 1ª Regata Internacional de Velocidad del Sella y nace la Federación Española de Piragüismo. El Descenso Internacional del Sella fue más poderoso que la Federación de Remo.

  1. DIONISIO DE LA HUERTA ABANDONA EL SELLA.

Se ha escrito mucho de esa edición de 1972. Era el Descenso del Sella número XXXVI. Hubo primero una descalificación de 40 piraguas que, según un juez no habían salido desde donde les correspondía. Entre los descalificados estaban los, para mí, verdaderos campeones de ese año, Juan González “Fofo” de Piloña y su compañero José Ramón Álvarez, de Avilés. La Federación Española decidió anular el Sella de esa edición por completo, como si el Sella no hubiese existido. Al final reconoció los resultados, tras arduas y duras misivas entre el Secretario del Sella, Ramón Cuétara y los técnicos de la Federación. Lo que pasó ya no tiene importancia salvo para “Fofo” y José Ramón que se quedaron sin su Sella. No voy a mencionar ni a quienes se les concedió la victoria pero el caso es que Dionisio de la Huerta se fue con la intención de no volver nunca jamás al Sella.

1973 – 1977. ¿UN SELLA SIN ALMA?

Estos años son un caso curioso digno de estudio. El Sella se organiza deportivamente desde Madrid. La Federación, tras la huida de Dionisio y todo su equipo, se hace cargo de todas las inscripciones de los piragüistas españoles y extranjeros. Perurena, Fonseca, Juan Manuel Feliz y alguno más ponen todo su empeño en que el Sella continúe. El desfile de Arriondas, que parece improvisado, sale adelante porque desde Oviedo, la Sociedad de Festejos de la capital, con el Sr. Canteli a la cabeza, se desplaza con sus grupos folclóricos, sus gaiteros, carrozas y demás disfraces, como aquellos que habían salido en la película El Cid, que no sabemos cómo los consiguió para que desfilaran aquellos “caballeros de la Reconquista”. Deportivamente, además, vemos entrar victoriosos, en varias ocasiones, a los olímpicos Herminio Menéndez, Esteban Celorrio, Diaz Flor y Misioné, entre otros muchos, tanto en hombres como en mujeres, en una década en la que empiezan a contar, y mucho.

  1. COMIENZA LA ERA EMILIO LLAMEDO OLIVERA. LOS CONFLICTOS INTERNACIONALES

Nadie, o casi nadie, duda de que con Emilio Llamedo comienza la época de mayor difusión del Descenso del Sella. Además en 1980 se logró que Dionisio retornara al Sella para pregonar su emocionante salida en verso. En 1986 la negociación para que la TVE retransmitiera en directo el Descenso fue dura pero el Principado de Asturias ayudó apostando fuerte por el Sella. Los pocos conflictos acaecidos durante su mandato de 34 años los resolvió con diplomacia y mano segura. Tenía a la Federación Española a su favor, lo mismo ocurría con la Federación Internacional. Además, su saber estar le valió el reconocimiento como persona íntegra, de palabra, lo que llamamos en Asturias ser “Un paisano”. Uno de los conflictos que recuerdo data de 1979 cuando los piragüistas africanos, componentes de la delegación de Costa de Marfil, reconocieron a piragüistas sudafricanos inscritos en equipos de países europeos. El “Apartheid” prohibía la participación de los deportistas de Sudáfrica, de cualquier tipo de deporte, en todas las competiciones internacionales. El hecho en sí es que venían como deportistas de club, por clubes de Bélgica, Inglaterra o Alemanía. Recuerdo que los deportistas de Costa de Marfil se conformaron con dos cosas para que el conflicto no llegara a mayores, la primera que los sudafricanos se acercaran a saludarlos con un apretón de manos y la segunda que viajaran juntos, en el mismo autobús, lo que estaba prohibido para los negros en Sudáfrica, desde Ribadesella donde estaban alojados hasta Arriondas. El segundo conflicto, también internacional, vino con la presencia de Irán, antigua Persia. Ocurrió al año siguiente, 1980, La embajada de EEUU en Teherán estaba ocupada por los partidarios del Imán Jomeini, que tenían secuestrados a los miembros de la embajada. La anécdota pasa porque los únicos remos que les servían a los piragüistas de Irán eran los de los Norteamericanos, que tenían a su equipo olímpico en Arriondas, ya que no habían acudido a los JJOO de Moscú, al hacerles el boicot. La delegación de los EEUU les dejaron a los iraníes las palas que traían de reserva. El conflicto llegó a la hora de izar la bandera y escuchar el himno, ya que se izó la bandera y se escuchó el himno de la antigua Persia del Sha Reza Pahlevi, que se había marchado desterrado a EEUU. Por descontado que nadie sabía ni de la nueva bandera ni del nuevo himno. Se pidió disculpas y eso fue todo. Durante 34 años Emilio hizo del Sella una maquinaria casi perfecta hasta que nos dejó, huérfanos, en 2011.

PERÍODO 2011 – 2015 LA CASA DE TOCAME ROQUE.

Sería casi imposible describir este pequeño período sin que se saliera a decenas de chapuzas por año. Conflictos con los ayuntamientos, con los clubes, con los sponsor. Decisiones equivocadas como sacar la entrega de premios de los Campos de Oba. Romper la tradición de la comida de los piragüistas en ese mismo lugar. Inventar un Sella “popular” el día antes del Descenso, como si el Sella en sí no fuera ya popular. Doy por finalizado este capítulo de cuatro años porque me produce nauseas el recordarlo.

EL PRESENTE. EL SELLA SE ENCAUZA DE NUEVO CON JUAN MANUEL FELIZ DE PRESIDENTE

Por aquello de que el Sella es la prueba más espectacular de piragüismo del mundo y, por ello, única en su género e inigualable, también todo lo que lo rodea tiene más repercusión que cualquier otro evento del mundo del piragüismo. Eso lo saben bien quienes trabajan en el Sella para que este sea más grande en cada edición y quienes lo utilizan exclusivamente para su propio beneficio, y aunque algunos se empeñan en no dar tregua, los últimos chaparrones también tendrán arreglo, seguro.

 

 

Más en Opinion