Jubilación en Correos de Arriondas
Tenía apenas 18 años cuando empezó a trabajar en Correos, eran tiempos de don Eugenio y de usted por usted, de valija de cuero y carretilla para ir a buscar el correo al tren. Un tren que no tenía prisa ni para llegar ni para marchar, horas esperando que, gracias a los pinchos de tortilla de la “Nena” en la cantina, se hacían más cortas... Chaval que trabajó con los carteros veteranos, con los nuevos y los contratados. Siempre creando buen ambiente, pero el “rapaz” siempre fue muy listo y un día aprobó las oposiciones y se fue a repartir cartas por el mundo, sabiendo que un día volvería a repartir en su pueblo. Y volvió, esta vez ya con carro, a trabajar con algún compañero de antes y otros nuevos, y volvió a repartir La Peruyal, Constitución, Tocoti, Plaza y muchas calles más donde seguro los vecinos lo van a echar de menos.
Tus compañeros, esos que nunca se olvidarán de “Urbano 1”, José Carlos Blanco Marinas, José para los amigos, te desean buena jubilación y mucha suerte.