Opinión

Los médicos de la mutua

Que los servicios médicos de los que dependen la baja por enfermedad de un trabajador dependan de las mutuas que son pagadas por las empresas y la patronal desvirtúa el concepto de prevenir que una persona que no está en condiciones de acudir a su puesto lo haga y se impidan accidentes o implemento del día de ausencia del empleado por el deseo del profesional que se encarga de dictaminar sobre su salud de congraciarse con quien le paga.

No es infrecuente que hayan tenido que acudir a su puesto de trabajo, personas que no están en las mejores condiciones para cumplir con sus obligaciones, porque los médicos de la mutua cumplen con su señor y no con su obligación. Todavía está en fase de instrucción, el accidente sufrido por el conductor de una empresa de autobuses que se estrelló contra un bloque de hormigón, después de que le diera un ataque epiléptico, que los profesionales de las bajas y las altas no consideraron importante.

Por esa razón es indispensable que sean los médicos de la Seguridad Social los que decidan quienes están en condiciones o no de poder cumplir en su trabajo y no las interesadas mutuas aseguradoras

Todavía hace menos de un mes, el Congreso de los Diputados prohibió que los enfermos de baja pudieran ser objeto de despido tras una sentencia del Tribunal Supremo porque los buitres de la patronal y los mezquinos legisladores del PP permitían que así fuera para aligerar plantillas y beneficiar a los que les llenaban las cuentas del partido.

Tenemos una Seguridad Social absolutamente eficiente, a pesar de los recortes de la derecha y de todas las judiadas que les ha practicado la mafia de los privatizadores, y que es capaz de distinguir de forma neutral al que se encuentra enfermos del que es apto para ir a su currelo, a pesar de los síntomas que dice (o fabula) padecer.

Por esa razón es indispensable que sean los médicos de la Seguridad Social los que decidan quienes están en condiciones o no de poder cumplir en su trabajo y no las interesadas mutuas aseguradoras que merced a sus privilegios arrancados en la época del Gobierno Aznar y de sus sicarios se ha obligado a muertos y vivientes a fichar a la entrada y a la salida, con tal de que los amigos del genocida de Irak dejen de pagar lo que les corresponde. Hay que poner en su sitio a los miserables.