Polémica misa de Ramos en la Cueva de Covadonga

Misa en pleno estado de alarma

La misa de Ramos que ofició el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes el pasado domingo en la Santa Cueva de Covadonga, con la presencia del abad del Santuario, Adolfo Mariño, otros cinco canónigos; las once monjas del Real Sitio y el organista, Fernando Álvarez Menéndez se ha convertido en  una disputa viral entre los que defienden que se haya podido celebrar con “normalidad” y los que ven un flagrante delito por saltarse las medidas estrictas que contempla el estado de alarma, que prohibe celebraciones de este tipo, o al menos eso se nos había dicho en un principio.

El arzobispo, que está confinado en Covadonga desde que se decretó el estado de alarma ofició la misa en la Santa Cueva.

El revuelo ha sido de tamaño calibre que la Delegación del Gobierno en Asturias salió para echarle un capote al arzobispo apuntando que

“La asistencia a los lugares de culto y a las ceremonias civiles y religiosas, incluidas las fúnebres, se condicional a la adopción de medidas organizativas consistentes en evitar aglomeraciones de personas, en función de las dimensiones y características de los lugares, de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de, al menos, un metro”.

Visionando el vídeo de la celebración, que se pudo seguir en directo a través del canal de Youtube del Santuario y las fotografías que hay de esa misa se puede comprobar que no siempre se guarda la distancia del metro, como mínimo, sobre todo en el momento de la comunión.