ECONOMÍA

«Vamos hacia buenos tiempos en lo económico y malos en lo social»

Santiago Niño-Becerra tiene ya en las librerias un nuevo libro, La economía. Una historia muy personal


El economista apunta hacía la tecnología como uno de los grandes factores que influyen y determina la economía a lo largo de la historia

Santiago Niño-Becerra catedrático de la IQS School of Management (Universidad Ramón Llul) acaba de publicar un nuevo libro, La economía. Una historia muy personal (Libros del lince) en el que repasa, de manera muy pedagógica, la evolución económica desde la Grecia de los Clásicos hasta el presente.
Santiago Niño-Becerra es uno de los economistas y divulgadores más solicitados por los programas de radio y televisión, dada su capacidad para adelantarse, como ya lo demostró, a la crisis económica que padecemos, que advirtió con mucha antelación.
Niño-Becerra apunta que la historia actual de la economía mundial la “escriben” el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y el Banco Mundial. Y les concede a los gobiernos un «poder muy limitado», porque a pesar de ser elegidos por la voluntad popular, «basta ver cómo en la Unión Europea las tres cuartas partes de las grandes decisiones son tomadas en Bruselas y Frankfurt», los gobiernos de los países «hacen siempre lo que esté en línea con los que mandan».
El economista apunta hacía la tecnología como uno de los grandes factores que influyen y determina la economía a lo largo de la historia y, ahora, cuando avanza  «a la velocidad de la luz» mucho más. Claro que esa tecnología aplicada a la producción conlleva una notable pérdida de mano de obra. «Basta ver cómo ha sido la evolución del PIB y la creación de puestos de trabajo para darse cuenta que hasta los 70, ambas cifras iban en paralelo, pero a partir de los años 80 el PIB va hacia arriba y el número de empleos hacia abajo».
Renta básica
El economista catalán apunta  a la necesidad de crear una renta básica, «dado que se va a precisar mucha menos mano de obra, por lo que será necesario sostener a mucha población que nunca va a ser laboralmente necesaria». Para Niño-Becerra es imposible que el mercado laboral mundial absorba a todos los demandantes de trabajo. «Entre 1850 y 1900 se planteo una situación similar y fue cuando alrededor de cincuenta millones de europeos emigraron a Estados Unidos pero ahora eso es impensable, ¿dónde los mandamos? ¿A otro planeta?».
En lo que respecta al futuro más inmediato, Niño Becerra ve un evidente crecimiento de la economía, pero no el mismo en  las rentas familiares. «Vamos hacia buenos tiempos en lo económico y malos en lo social. Las rentas familiares se van a estancar e irán a menos. Vamos hacia cambios en los modelos de protección social, de renta personal y de los contratos de trabajo. Es imprescindible que los gobiernos tomen las medidas oportunas para que no estalle una crisis social».