HUEXES

Josefina Suarez y Armando Hevia son los Paisanos del Año de Parres

Los dos vecinos que se homenajean el domingo viven en Huexes

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Parres homenajea el domingo a los Paisanos del Añu 2019

 

Suman entre los dos la redonda cifra de 180 años. Por lo que, puede decirse, en su memoria conservan mucho más de un siglo de la historia de Parres. Comparten un montón de características, entre ellas ser vecinos de Huexes o haber trabajado de sol a sol en la huerta y con les vaques. Y ahora, además, suman otra coincidencia, ya que ambos son los Paisanos del Añu de Parres 2019.

Josefina en su casa, en Huexes, con Emilio G.Longo y Alvaro Palacios, alcalde y edil parragueses.

Armando Hevia con García Longo

 

Josefina Suarez y Armando Hevia viven a tan sólo unos barrios de distancia, en el pequeño pueblu de Huexes, y llevan compartiendo vecindad desde hace más de 60 años. Los mismos que hace que Josefina se fue a vivir a Huexes, de recién casada, desde Coviella, donde la criaron sus abuelos y tías y donde vivió 32 años. Hasta que conoció a Ángel –su marido y el padre de sus cinco hijos- el día de la fiesta del bollu.

“Todavía se celebraba en el Ronderu y yo había bajau con mi hermanu, que quería sacar a bailar a una moza. Estaba enfadada, porque mi hermanu no se decidía a sacar a bailar a aquella y yo estaba sola, cuando me picaron por detrás y sentí que decían “¿Bailas morena?”. Dije que no sin girame a mirar ni quién era y entonces él dijo: “Bueno, pues si no bailas, ven por lo menos a tomar una sidra”. Fui, y ya no me separé más de él”, cuenta Josefina risueña, añadiendo que Huexes le gustó desde el primer día que llegó, que las labores del campo las hacía con gusto y que como su marido se dedicaba a la madera y estaba pocos días en casa, tuvo que criar a sus hijos y trabajar, “meciendo les vaques, acarretando la yerba, en la huerta y en casa".

Josefina tiene ahora 93 años (“94 en marzo”) pero todo el mundo que la conoce coincide en señalar que parece tener 15 menos. Optimista, charlatana y trabajadora, presume de no ser quejica, de hacer aún -y a pesar de la muleta que utiliza- muchas labores de la casa, “como hacer les cames o atender el huertu”, de haber salido retratada en el cartel del Bollu 2017 (en una instantánea realizada por Juan Luis Hevia en la que aparece junto a Suso el de Fíos y que cuelga, enmarcada, en su salón) y de tener cuatro nietos y dos biznietos. El pasado año ya había sido propuesta para el galardón que recogerá el domingo, pero una rotura de fémur provocada por una mala caída la obligó a estar en cama varios meses. “Los médicos decían que no iba a volver a andar, pero en la vida hay que tener fuerza de voluntad y poner esfuerzu. Ahora ando con una muleta y voy bastante bien” relata contando su accidente y posterior recuperación con todo detalle y sin perder el humor.

 Unas casas más allá, Armando nos recibe “guarecíu del agua en casa”. Tiene 87 años y nació y vivió siempre en Huexes. Compaginó el oficio de la construcción con el de ganaderu y agricultor y, con eso, muchos esfuerzos y la ayuda de su mujer, María Jesús, criaron dos hijos y vivieron su vida. Ahora vive en casa de su hija, Felicidad, puerta con puerta de la casa que le vio nacer, y disfruta cuidando de les gallines, recorriendo Huexes en largos paseos o bajando a Arriondas a comprar y alternar: “Gustami bajar por la mañana, nunca por la tarde. Los sábados bajo al mercau y los domingos, si puedo, también bajo. A controlar” bromea, aunque es un hombre de pocas palabras y gran timidez. El reconocimiento de Paisano del Añu, dice, “me da apuru”, argumentando que hay muchos que lo merecen más que él.

Sobre les castañes, ambos coinciden en los buenos recuerdos que les evocan, de amagüestos, de cenas y desayunos. “La castaña quitó mucha fame”, dice él. “Ahora no-y dan el apreciu que merez y les castañes se pierden. Antes se usaban pa comer, pa alimentar a los animales y pa vendeles y sacar perres, y ahora echanse a perder en la orilla de les carreteres y en los castañéos, como si no valieran pa nada”, afirma ella.

Los dos estarán el domingo en Arriondas para recoger el reconocimiento que este año les nombra Paisanos del Añu, un homenaje a las personas del concejo que, como Josefina y Armando, trabajaron duro la tierra para sacar adelante a su familia, su pueblu y su lugar de origen, y que conocieron tiempos muy distintos a los actuales en los que quién tenía un Castañéu tenía una ayalga.