La invasión de los plumeros de la pampa
En La Fresneda (Siero) pronto se dieron cuenta que esos plumeros, tan ornamentales como guapinos, los estaban invadiendo. José María Rozada expuso el problemón al presidente de la Asociación de Vecinos de La Fresneda y, sobre la marcha, se puso manos a la obra para ayudar en todo lo que pudieran a la sextaferia organizada para combatir al Plumero de la Pampa, una planta invasora considerada la más peligrosa de las existentes. EL FIELATO, se reunió con varios miembros de esta fenomenal organización, y nos dejaron más que preocupados.
Por la izquierda: José María Rozada, Carlos Calviño, Tomás Emilio Díaz, Teresa Álvarez Centeno, Begoña Conrado, José Luis García, Eliseo González y Julio García.
– Oiga, ¿me puede explicar cómo una planta tan guapina puede ser extremadamente peligrosa e invasora?
– Es una planta que se expande a una velocidad impresionante y acaba con toda la masa arbórea autóctona en muy poco espacio de tiempo. Dese cuenta que de cada plumero, de esos que usted denomina “guapinos”, salen un millón de semillas al año. De cada plumero y no de cada planta.
La que responde es Begoña Conrado, una bióloga muy implicada en este gran problema e integrante del grupo Sextaferia contra el Plumero de la Pampa.
Eliseo Fernández es el primero del equipo que se pone segadora en ristre cada vez que el grupo se cita en La Fresneda. Está acostumbrado a hacer carreras de fondo por los montes, como La Travesera Integral de Los Picos de Europa. José María Rozada, hermano del Cronista Oficial de Parres (Fran Rozada) fue el impulsor del grupo. Maestro vocacional y muy sensible con todos los asuntos sociales, fue el encargado de avisarnos. «Tengo que dejar constancia de lo bien que se está portando el Ayuntamiento de Siero a través de María Nosti y Alberto Pajares, que nos proporcionaron hasta una minipala para voltear las plantas, para que una vez “embolsadas”, fueran trasladadas al centro de tratamientos Cogersa. Ellos vieron que esta experiencia es fundamental para erradicar el problema», apunta Rozada.
– ¿Y cómo pudo entrar esta planta en España?
– Por culpa del Ministerio de Obras Públicas que OBLIGABA a los contratistas de las nuevas autopistas a utilizar esta planta invasora tan perjudicial –y barata– para asentar taludes y en las medianeras para evitar el deslumbramiento por la noche de los coches. Era un problema que vimos venir, pero el desconocimiento de los responsables del Ministerio de Obras Públicas y el poco caso que nos hicieron crearon este problemón.
Esto, lo apunta con vehemencia el Catedrático de Botánica en la Universidad de Oviedo,Tomás Emilio Díaz.
En el grupo multidisciplinario de esta Sextaferia de la Fresneda están implicados grandes técnicos (que también cogen la azada) y gentes jubiladas que dan ejemplo de un colectivo que no solo sale a protestar por la poca atención de los Gobiernos de turno, sino que da ejemplo a la sociedad. También nos acompaña en esta entrevista la investigadora del CSIC, Teresa Álvarez Centeno, que muy consciente del gran problema del Plumero de La Pampa vino a dar una charla al colectivo y se incorporó a este grupo inmediatamente. «El problema de esta planta invasora es que, después de sacarla, hay que seguir vigilando el terreno, porque las semillas pueden llegar a germinar incluso pasados seis o siete años. De ahí la gran importancia de grupos como este, que no solo sirven para quitar plantas –ya han eliminado más de cuatro o cinco mil plumeros desde septiembre– sino para hacer un seguimiento durante años, para que no vuelvan a rebrotar».
Le volvemos a preguntar a Tomas Emilio Díaz (quien nos da información para escribir varios periódicos monográficos) cómo cree que se podrá impedir en el futuro, una vez pasado el tiempo de erradicación de la Cortaderia Selloana, su nombre científico. «La solución pasa por plantar especies autóctonas, que en plazos de una década fijen la posible vuelta al problema. Los abedules, pláganos, fresnos, tilos y robles podrán ser de gran ayuda, para un problema que ya no solo afecta a terrenos pre o post industriales, sino a toda la vegetación y la flora de las zonas afectadas. El Gobierno del Principado es muy consciente de un problema que es probable que afecte a la salud de las personas alérgicas al polen, que antes acudían a los hospitales durante unos seis meses al año y ahora se está comprobando que ya hay pacientes todo el año. Cuidado, que si se demuestra que es un problema que puede afectar a las salud de las personas, el rumbo de medidas para su erradicación se habrá de mirar de una manera mucho más especial», nos termina diciendo el especialista en botánica Díaz, autor de numerosas publicaciones.
