Antes de comenzar copio una frase muy certera del gran político, y por ello probablemente asesinado, Marting Luther King: “Para tener enemigos no hace falta declarar una guerra; sólo basta decir lo que se piensa”. No cabe duda que como escribo siempre lo que pienso debo de tener unos cuantos enemigos y, en la política profesional actual, cuento con los dedos de una mano los que no son enemigos.
Entrando en harina y para no aburrir al personal con el asunto de la política, que aburre, paso a analizar la verdadera cara del problema. Los políticos profesionales y todos los miles de personas que se “ganan” la vida magníficamente a costa de esa profesión, ven que puede estar en peligro su habitual forma de vida, eso que uno llama la MAMANDURRIA POLÍTICA. Un político profesional sabe que el primer inconveniente es que su “profesión” no existe y , tras inventarla en el nombre de la democracia y acabar con la dictadura, llevan decenas de años viviendo de negar lo evidente: que viven con abusivos sueldos y demás prebendas (en tiempos de escasez se enteran los que no se querían enterar).
El fenómeno PODEMOS, no nace como otros golfos que se quieren poner en un quítate tu de aquí para poner yo. No señor: el fenómeno PODEMOS nace porque a la izquierda “reinante” durante décadas no le dio la gana abandonar sus privilegios, eso que yo llamo mamandurrias.
