Opinión

Remodelaciones en Covadonga

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photo_camera Explanada de Covadonga, remodelada y peatonal.

Covadonga más peatonal

Vivió Covadonga "eclipses" vitales de todo tipo, con oscuros tiempos en los que sus horizontes parecían languidecer entre el Auseva y Priena, pero llevaba dentro de sí misma una semilla que resistió los siglos de silencio y abandono, la misma que en las conciencias atentas a su historia hizo que no pereciese la vida latente que portaba para que -en el futuro- brotase un sentimiento colectivo que fue contraste, estímulo y promesa.

El fecundo resurgir de Covadonga no ha sido una creación de la nada, porque nunca desapareció de la conciencia ni de la vivencia popular asturiana, ya que en cada época y en cada rincón se mantuvo vigente, como un rescoldo que acabó generando una llama para orientarse entre la niebla y la oscuridad.

La nueva imagen que se percibe al llegar a la parte alta y principal del santuario, ofrece un entorno mucho más agradable -estéticamente hablando-.

Veamos ahora (tras tantos meses de silencio obligado, entre obras interminables y el covid-19) si resurge más clarividente y enriquecedora, liberada por fin de los coches que la atenazaban desde hace un siglo y que casi la estrangulaban hasta las mismas puertas de la basílica.

La nueva imagen que se percibe al llegar a la parte alta y principal del santuario, ofrece un entorno mucho más agradable -estéticamente hablando- donde la sensación visual de amplitud se conjuga con el silencio que se percibe entre el espacio de prioridad peatonal y las zonas verdes que le arropan.

Los visitantes que accedan desde ahora a este milenario lugar se sentirán como actores principales en su movilidad, y ya nunca más como espectadores de un espacio que se había degradado muy seriamente.

Sólo falta que los tres millones de euros invertidos por el Gobierno Asturiano hace más de trece años en la finca de Les Llanes -en El Repelao, a los pies del Real Sitio- no sigan siendo una inversión envuelta en el abandono, la dejadez y el pasotismo.

Todos nos olvidaremos definitivamente de la degradación que -al servicio de los coches- ha vivido el lugar durante décadas interminables.

Conseguir espacios diáfanos como éste -en el lugar más querido y emblemático del Principado de Asturias- encontró resistencias durante demasiado tiempo, sencillamente por falta del entusiasmo e interés que se suponen en quienes deberían haberlo propiciado, sin que la desaparición de esta zona de aparcamientos por otra similar -cercana, pero sin la ´contaminación visual´ que propiciaba la anterior- provoque ningún contratiempo para el visitante.

Covadonga seguirá siendo la raíz, cuna y corazón de Asturias, porque en ella se funden el espíritu y la materia, la naturaleza y la cultura, la fe y la historia, dando sentido a nuestra propia conciencia regional.

Sólo falta que los tres millones de euros invertidos por el Gobierno Asturiano hace más de trece años en la finca de Les Llanes -en El Repelao, a los pies del Real Sitio- no sigan siendo una inversión envuelta en el abandono, la dejadez y el pasotismo.

El definitivo plan de accesos a Covadonga sigue en espera, no se sabe de qué ni hasta cuándo.

De momento, celebremos el final feliz de la remodelación de la explanada y de la vía sacra, en cuyas obras se emplearon ocho interminables meses.

Mientras, Covadonga seguirá siendo la raíz, cuna y corazón de Asturias, porque en ella se funden el espíritu y la materia, la naturaleza y la cultura, la fe y la historia, dando sentido a nuestra propia conciencia regional.

Francisco José Rozada es el Cronista Oficial de Parres.