Alberto Aranda, militar profesional, imprime y regala mascarillas

Solidaridad canguesa en Burgos

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photo_camera Alberto Aranda muestra las mascarillas que fabrica en su casa.

Alberto Aranda, el militar cangués que fabrica mascarillas

Se levanta a las cuatro de la madrugada a “cargar” la impresora y cada jornada completa ocho mascarillas de plástico con filtro de algodón, que después dona a compañeros, cajeras de supermercado, enfermeras...

El cangués Alberto Aranda, militar profesional destinado en una unidad de artillería en Burgos, lleva unos meses de baja médica por un percance durante unas maniobras, y como no puede ayudar como muchos de sus compañeros que han sido desplegados tras la declaración del estado de alarma,  buscó por internet y adaptó un diseño de mascarilla que desde hace unos días imprime en su impresora 3D, y que ya utilizan compañeros militares y conocidos a los que se las ha regalado. «En un principio pensé en donarlas a los servicios sanitarios, pero la burocracia me echó para atrás, aunque parezca increíble en plena crisis sanitaria», apunta.

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La impresora de Aranda imprime hasta seis mascarillas a la vez.

Aranda imprime en plástico la mascarilla, que después pule y a la que le adapta el filtro de algodón, y una goma para sujetarlas en la  cara. «varias enfermeras que ya las están utilizando me han dicho que son mejores que las que tienen homologadas FFP2», apunta el militar, que ahora está preparando un envío «para mis padres y familiares de Cangas de Onís».

El modelo de mascarilla es reutilizable las veces que haga falta, basta con desinfectarla y cambiarle el filtro. Aranda calcula que cada unidad le supone un costo de 1,50 euros, «que estoy encantado de pagar si sirven para que quien las utilice no se infecte de este maldito virus».