UCA del Hospital del Oriente Francisco Grande Covián
Me llevó mi tiempo caer en UCA ”sin hache”. Unidad: fue fácil, aunque no tan fácil entender que en nuestro hospital hay unidades indivisibles, inalterables. Cuidados: era comprensible que en un sitio como este no sólo se ponga máxima atención en lo que se haga sino que se ponga la máxima diligencia en atender a los demás. Todo iba bien hasta que llegué a la A. ¿Qué es la A? Antes, hace tiempo, conocí la UVI, luego la UCI, pero aquí no podía camuflar una I por una A. ¿Qué es la A? Aventajados, pero no podían ser tan presuntuosos. Aguerridos, no podíamos caer en algo temerario. Asturianos, no estamos para desgastes identitarios. Atemporales, pero la poesía no me pegaba. ¿Qué era la A?
¿Cómo vemos los contribuyentes un hospital? ¿Cómo notamos los ciudadanos las visitas inevitables ante un sistema sanitario que tal vez sea el mejor del mundo? Hay un dicho inglés que dice: “Too little too late” (“muy poco y muy tarde”). Ojalá siempre fuese así o nunca, pero el sistema sanitario está creado para garantizar a todos los contribuyentes el derecho universal a nuestra salud. Nadie lleva su coche al taller para sacarlo estropeado, antes bien lo lleva con la seguridad de que tiene arreglo. Así debemos acudir a un hospital, en la confianza de que nuestras visitas van a tener un recorrido de plenas garantías profesionales, aunque sea el destino quien tenga, a veces, la última palabra. Así creo que debemos acudir a un hospital que sea poco tiempo y muy tarde.
Y es en esa perspectiva en la que deben moverse Ministerio, Consejería, profesionales del sector, aunque estos ya lo hacen.
En la UCA sin hache del Hospital del Oriente hay un grupo humano de unas 17 personas que hacen que el paciente sea un paciente amigo, que se sienta protegido, seguro, vigilado en todo momento, formando parte de un sistema que nos va a proteger hasta el límite de las posibilidades profesionales. Y además se esfuerzan por hacernos llegar esa sensación de estar arropados.
Fue en esos momentos cuando pregunté ¿Qué es la A? Y me dijeron: Avanzados. Avanzados en tecnología, pero pronto descubrí que eran avanzados en calidad humana porque el tiempo que permaneces allí te hacen sentir que vives delante de un espejo.
