Adrián Barbón se dirige a los asturianos el último día del año, que ha sido «desolador» y que conlleva honrar la memoria de las «1.500 personas que se han muerto, para las que tengo un recuerdo de corazón», apuntó.
El Presidente del Ejecutivo Regional pidió a los asturianos no bajar los brazos, «sé que la exigencia es mucha, que el cansancio pesa, pero no podemos consentirnos desfallecer. Os prometo que mi gobierno no bajará los brazos y continuará empeñado en salvar el mayor número de vidas». Barbón aseguró que las duras e impopulares restricciones que se tomaron en el Principado «han evitado centenares de muertes». También tuvo palabras para «los niños, niñas y adolescentes, que han demostrado un comportamiento ejemplar en los colegios, los institutos o los parques. Todos, desde vuestros padres y madres al Gobierno de Asturias, pasando por profesores y educadores, estamos muy orgullosos de vosotros y vosotras». Y pidió a todos que «no nos relajemos aunque hayan llegado las vacunas porque encaramos unos meses decisivos». Como vienen haciendo a diario desde la Consejería de Salud, Barbón animó a «reunirnos menos, ventilar los lugares cerrados, utilizar la mascarilla, evitar aglomeraciones… Todas estas recomendaciones, insólitas en las celebraciones navideñas, tienen que servirnos para retrasar lo más posible la tercera ola que ya está afectando a otras comunidades. Por favor, mantengamos las precauciones para ganar tiempo, con la seguridad de que ganar tiempo equivale a salvar vidas.
El jefe del Gobierno Regional finalizó su discurso con palabras para los emigrantes, pero antes pidió en asturianu la defensa de «un patrimoniu al que no se puede renunciar: la nosa cultura y nosas llinguas».
