BORJA

Pobre Chiquilla

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Pobre chiquilla, la Princesa de Asturias

 

A una niña que tiene doce años de edad, a quien la vida  puso en un “negocio” llamado Monarquía, se le obliga a perder su niñez. Pobre chiquilla. El negocio de sus padres, -los Borbones,- consiste en reinar y, por eso, a esta pobre chiquilla  le están robando su niñez. Vendrá la pobre chiquilla a los fastos de la celebración de aniversarios diversos de Covadonga. Como estos ya están bastante explotados, solo me detendré más adelante en el Centenario del Parque Nacional de Covadonga, hoy muy ampliado y que se llama Parque de los Picos de Europa.

Pues esa niña, cuya niñez le están robando para continuar con el negocio, vendrá al sitio donde a su padre le robaron la niñez a los nueve años.

Porque si a su abuelo (Juan Carlos de Borbón) Franco lo convirtió en Rey -cuando por herencia y dinastía le tocaba al difunto don Juan de Borbón-, Juan Carlos –que hasta la muerte de Franco era el Príncipe de Asturias–, tenía que dar en “herencia” el título de Príncipe de Asturias a aquel niñín rubio que hoy es el Rey. Para que me entiendan, cuestiones políticas convenientes para que el negocio perdurara de manera más o menos legal. Eso sí, muy aparente y solemne.

Al rey actual le robaron la niñez a los nueve años, tenía tres menos que la pobre chiquilla, de la que hoy escribo.

A la pobre chiquilla le toca ahora verse en una nueva moneda de treinta euros que ya genera polémicas. Pobre chiquilla. ¿Qué dirán sus compañeras de clase? Con su tío Iñaki en la cárcel por robar; su abuelo metido en asuntos turbios de dineros y comisiones, amén con líos de faldas. Pobre chiquilla. Me produce una inmensa pena la crueldad y explotación de esta pobre niña con mucha sangre Asturiana.

Aquel pobre niño, hoy Rey, tuvo que sufrir lo indecible. Ni elegir mujer le dejaban. Porque aquella chica tan guapa que veraneaba en Ribadesella, Isabel Sartorius, a los jefes del negocio de los Borbones no les gustaba porque era hija de padres divorciados y no la dejaron que fuera su novia. Y mira tu por donde:  al final Felipe VI se casó con una divorciada y con un presunto aborto incluido, según relata su primo David Rocasolano en su interesante libro Adiós Princesa. El Rey actual se enamoró de ella viendo los Telediarios, donde Letizia era periodista. Pobre Príncipe, ni podía ir al baile a ligar. Su vida también tuvo que ser muy triste y ahora amarga.

Aquel pobre niño hoy es el director del negocio real de los Borbones. Y realmente creo que lo estará pasando casi tan mal como cuando a Rajoy los jueces le contaron que no era trigo limpio. Pobre Rey, que de confirmarse las cosas feas de su papá, me da que le llegarán momentos complicados. Él llegó a Rey de forma rocambolesca, porque a su padre, Juan Carlos de Borbón, ya lo habían cazado en asuntos amorosos diversos y feos.

Pobre niña Leonor. Espero que tenga más suerte que sus familiares hoy en la cárcel y otros en mil líos. Eso le podrá ocurrir en el no poco probable caso que a su abuelo lo juzguen (eso de ser inviolable siendo un Borbón es una barbaridad) y al final los Borbones vuelvan a poner pies en polvorosa, cuestión tan inherente a los mismos, como los líos de chicas y asunto dinerarios. Su bisabuelo Alfonso XIII (mira que llevan años en el negocio) fue el último que se largó, bien forrado, de España. La Monarquía actual hoy sigue ahí por cuestión de utilidad (un Presidente de una República queda como más al uso y cuesta mil veces más que la Casa Real). Pero ojo: esa utilidad hoy se basa principalmente en su intachabilidad. Me da que no es el caso actual de la Monarquía.

 

Centenario de un Expolio

Celebrar el centenario del Parque Nacional de Los Picos de Europa, antes de Covadonga, es celebrar el expolio que hace un siglo se hizo con los pobres pastores y paisanos que subsistían en condiciones ínfimas. A un ocioso Marqués de Villaviciosa (título que le dio su amigo Alfonso XIII), aventurero y cazador, se le ocurrió que era una buena finca para su goce y disfrute y como probablemente era mucho más interesante quedársela que comprarla, se la quedó. No nos olvidemos que el Marqués de Villaviciosa era muy amigo del director de los Borbones en aquel entonces y que tuvo que salir por piernas.

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