Opinión

Euskaltel se come a Telecable

Telecable

Cuando la operadora vasca Euskaltel adquirió la mayoría accionarial de la asturiana Telecable, todo el mundo daba por hecho que la compañía resultante daría un significativo salto cualitativo en su desarrollo empresarial y que el cable representaría un gran avance y un subidón más que importante en la región. Avalaba a Euskaltel su trabajo y experiencia en el País Vasco y su incursión en otros territorios españoles que dio comienzo con la compra de la gallega R.

Sin embargo, las expectativas que se abrieron con esta absorción no alcanzaron las previsiones de muchos de sus publicitarios y de sus clientes, estancándose la nueva compañía en un gris futuro que no termina de contentar a nadie y  creo que ni hasta a sus propios directivos, A uno le da la sensación de que Euskaltel se ha dormido en sus laureles.

Con las limitaciones orográficas de Asturias y un decidido apoyo de las autoridades e instituciones para sortear muchos obstáculos, la compañía de cable se asentó en la zona central de Asturias y poco a poco fue extendiéndose hasta los municipios menos poblados de la comunidad autónoma.

Verdaderamente, la historia del cable en Asturias alcanzó una enorme velocidad de crucero al poco tiempo de constituirse como sociedad. Telecable rápidamente llegó a los ciudadanos de nuestra región con una oferta más que interesante y a unos precios relativamente asequibles. Posiblemente, nació en el momento oportuno y supo competir con los nuevos operadores de otros sistemas, ya consolidado como oferta televisiva, de internet y de teléfono.

Con las limitaciones orográficas de Asturias y un decidido apoyo de las autoridades e instituciones para sortear muchos obstáculos, la compañía de cable se asentó en la zona central de Asturias y poco a poco fue extendiéndose hasta los municipios menos poblados de la comunidad autónoma. Estaba claro que precisaba un salto cualitativo en su oferta para que la demanda se sintiera seducida y el crecimiento fuera exponencial. Y ahí aparecía nitidamente como la empresa que le proporcionaría ese respaldo, Euskaltel, la de mayor experiencia y desarrollo de la toda la Cornisa Cantábrica.

Me da la sensación de que Euskaltel ha venido a Asturias a llevarse rápidamente el dinero de Telecable.

Pero después de un tiempo de funcionamiento, veo desilusión en muchos de los sujetos vinculados al cable en nuestra región. Demasiados problemas en los servicios al cliente (baste observar cualquier conversación de cafetería sobre los modelos de televisión para hacerse una idea de las carencias del personal) con quejas, reclamaciones y malestar entre los afiliados a este sistema. Muchos desajustes derivados de externalizaciones abusivas que lastran el prestigio que debería tener la propia compañía, con crisis con muchos trabajadores. Baste citar el ejemplo de Zenit, una de esas externalizadas, que llegó incluso a movilizarse para defender sus intereses salariales y laborales. Y una nómina de canales añadidos que no han supuesto interés excesivo entre los usuarios.

Me da la sensación de que Euskaltel ha venido a Asturias a llevarse rápidamente el dinero de Telecable. Y es legítimo, dentro de la lógica empresarial de obtener beneficios, de que haya lucro. Pero intuyo que el deseo de recuperar la inversión, así a la brava ha repercutido de manera negativa en el aprecio que los asturianos venían sintiendo por un servicio que les era muy querido. En realidad, Euskaltel se ha comido a Telecable, y no solo por los cambios en los directivos y en las condiciones más apretadas de sus trabajadores. Devolver la confianza a la clientela debe ser el objetivo de cualquier empresa que se precie. Pero hay que currárselo.