SOCIEDAD

El robledal de San Antoniu, en Cangas de Onís, está gravemente enfermo

El miércoles se taló otro ejemplar del robledal, afectado por los insectos xilófagos

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Robledal San Antoniu

 

Operarios municipales talaban el pasado miércoles uno de los robles del Campu de San Antoniu, en Cangas de Onís, ante la amenaza de caída del bicentenario ejemplar.

Los robles de San Antoniu están bajo la lupa desde que en el año 2013 uno de se cayese, afortunadamente sin causar daños personales. Un estudio llevado a cabo tras aquella caída aconsejó talar otros tres, afectados por hongos y una plaga de insectos xilófagos. En enero de 2014 se procedió al tratamiento de los restantes, pero ya entonces se apuntó que aquellos robles estaban «en recesión» y que sólo era posible «ralentizar el deterioro», por lo que visto el estado interior del tronco que se taló el miércoles, todo apunta a que a los robles que plantó en 1786 Sebastián de Posada y Soto,  delante de la capilla de San Antoniu, les queda poca vida y «habrá que talarlos todos», apunta a EL FIELATO un especialista en la materia.

El robledal cangués acoge cada año las celebraciones de la fiestas de San Antoniu: la tradicional Joguera, del día 12 y la romería del Día Grande, el 13 de junio. También se celebra la verbena del día del pregón de las fiestas.

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Insectos xilófagos que estaban dentro del tronco que se taló el miércoles.

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El roblón que se taló el miércoles tenía ramas jóvenes y hojas verdes, pero el tronco, en su interior estaba muy dañado.