El trabajo conjunto de los responsables del Centro y los padres lo han hecho posible

El CP de La Fresneda estrena biblioteca, un espacio de lectura y encuentro

Las madres implicadas en el proyecto, la coordinadora Marta Díaz, segunda por la dcha, de pie, con Hugo Vega y Pedro Egocheaga
photo_camera Las madres implicadas en el proyecto, la coordinadora Marta Díaz, segunda por la dcha, de pie, con Hugo Vega y Pedro Egocheaga

El Colegio público de La Fresneda tiene nueva biblioteca. Y qué mejor día que este «Día del Libro» para celebrarlo. Un trabajo ingente de padres y profesorado que convirtió un espacio de otra época en una biblioteca pensada, no sólo para la lectura, sino también para que se convierta en el corazón del colegio, el lugar en el que empiecen muchas cosas bonitas.

Marta Díaz es la coordinadora de la biblioteca y una de las artífices de su «construcción»: «queremos crear un espacio multidisciplinar, que no sea únicamente un lugar de intercambio de libros sino en el que se puedan hacer todo tipo de actividades. Una biblioteca es lo que le da más entidad a un centro educativo. Queremos que sea un espacio apetecible para los niños y que sea el desencadenante para que se generen nuevos proyectos en el colegio».

Otro de los hechos que hacen de la nueva biblioteca un ejemplo de colaboración es la implicación que muchas madres de alumnos del centro tuvieron con el proyecto. Para Marta «su participación tiene un valor incalculable. Creo que el proyecto no hubiera salido adelante, al menos de esta manera, sin su aportación. Se han volcado, con muchísima ilusión y talento. Casi el 100% de este proyecto es suyo».

Alguno de los alumnos del CP La Fresneda disfrutando de su nueva biblioteca
Algunos de los alumnos del CP La Fresneda disfrutando de su nueva biblioteca

En cuanto a la recopilación de los libros que conforman la biblioteca, muchos de ellos ya estaban en el colegio «aunque hubo que hacer un trabajo enorme, asegura Marta, de expurgo y nos quedamos con un 70% aproximadamente de los libros que existían. Luego, pedimos una donación a las familias y recibimos una respuesta extraordinaria ya que nos llegaron cerca de 500 libros, además todos en muy buen estado y muy actuales. Y todo catalogado gracias, una vez más, a la labor de las madres». Su trabajo ha sido tan valioso que se ha creado un grupo de trabajo «para que sigan haciéndose cargo de la biblioteca y sigan participando en su crecimiento».

La directora del centro, María José Fernández, piensa que «esto no hubiera sido posible sin el trabajo de la coordinadora de la biblioteca y de las familias cuya implicación ha sido increíble desde el principio. Su trabajo diario consiguió esta remodelación. También queremos agradecer al ayuntamiento de Siero por aportar la pintura con la que pintamos la biblioteca. La pintura y la decoración también ha sido obra de las madres».

Para elegir nombre y mascota de la biblioteca, los responsables organizaron un concurso en el que cualquier alumno podía participar con su idea y su dibujo. Al final, de la combinación de la mascota dibujada por Hugo Vega y el nombre pensado por Pedro Egocheaga se bautizó este ejemplo de trabajo colaborativo con el nombre de «Sr Teca». Por muchas más. Por muchos años.

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